David Trimble, ministro principal de Irlanda del Norte y líder del Partido de los Unionistas del Ulster (UUP), pidió ayer que el Parlamento británico investigue la guerra sucia contra el IRA llevada a cabo por fuerzas de la seguridad del Estado y las bandas paramilitares lealistas.

Policías, miembros del Ejército y terroristas colaboraron en varios asesinatos, cometidos en los años 80 en la provincia. Pero Trimble no considera necesaria la apertura de una investigación judicial, como reclaman republicanos y nacionalistas. La demanda se produce tras la publicación del llamado informe Stevens, el tercero de la serie, presentado el jueves por el jefe de Scotland Yard, John Stevens, que lleva desde 1989 intentando esclarecer las denuncias de conspiración entre lealistas y fuerzas de seguridad.

El trabajo confirma oficialmente que la guerra sucia contra el IRA existió y se centra en dos crímenes. Uno de ellos fue el cometido en 1989 contra el abogado católico Pat Finucane, de 39 años, un activo y eficiente defensor de los presos del IRA. El asesinato fue cometido por la Asociación de Defensa del Ulster (UDA), el grupo paramilitar más importante de la provincia. Esta banda eliminó al joven estudiante protestante Adrian Lambert, de 19 años.

LUCHA SECTARIA

En los dos sucesos intervino Brian Wilson, jefe de inteligencia del UDA, recientemente fallecido, que recibía información y órdenes de los servicios de inteligencia de la policía y el Ejército británico. El informe Stevens afirma también que la lucha sectaria en el Ulster fue atizada a finales de los 80 por los servicios de inteligencia.

El documento podría llevar al procesamiento de una veintena de militares y policías. El fiscal Alasdair Fraser está examinando las acusaciones contra los implicados. La familia de Finucane, que no ha colaborado con Stevens, reclama una investigación judicial.