La figura de Donald Trump despierta pasiones, en un sentido y en otro, y eso puede generar conflictos internacionales, pero también en el ámbito estrictamente doméstico. Y si no, que se lo digan a Gayle McCormick, de 73 años, que se acaba de separar de su marido, con el que llevaba 22 años casada, al descubrir su afinidad por el magnate. “Me deshizo totalmente que pudiera votar por Trump”, explicó McCormick a Reuters.

El marido de McCormick manifestó su intención de voto durante una comida con amigos y ella, que se autodefine como ‘una demócrata que se inclina hacia el socialismo’, no pudo soportar que su marido planeara votar al candidato republicano. Se le atragantó la comida y, lo que es peor, se sintió “traicionada” por su apoyo a Trump. "No podía creer que alguien con quien me casé pudiera votar por una persona con unos principios tan pobres en términos de libertades civiles, sus sentimientos por las mujeres y cómo trata a la gente en general", explicó la extrabajadora de una prisión de California.

Aunque el marido intentó matizar sus opiniones, criticando algunas ideas y políticas del actual presidente de los Estados Unidos, no hubo vuelta atrás. McCormick, que no piensa divorciarse porque “ya son muy mayores para eso”, actualmente vive sola en Bellingham (California), no muy lejos de su marido.