La idea de crear campos de refugiados fuera de la Unión Europea no es nueva pero nunca hasta ahora había pasado del campo teórico al práctico. El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, ha decidido incluirla en el borrador de conclusiones de la cumbre europea que tendrá lugar los próximos 28 y 29 de junio en Bruselas y que tendrá en la inmigración uno de sus ejes centrales. El texto sugiere la creación de «plataformas de desembarco regionales» para distinguir con rapidez «entre los inmigrantes económicos y aquellos que necesitan protección internacional», según el texto al que ha tenido acceso este diario.

El objetivo de esta medida, que ya planteó hace unos años el actual primer ministro húngaro Viktor Orbán y hace unas semanas su homólogo danés Lars Loke Rasmussen, es doble. Por una parte, «establecer un marco más predecible para tratar con aquellos (inmigrantes) que se echan al mar y son rescatados en operaciones de búsqueda y salvamento» y, en segundo lugar, «reducir los incentivos para embarcase en viajes peligrosos». La intención de los líderes europeos será buscar la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM en sus siglas en inglés) y del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para poner en marcha estos campos lejos del territorio europeo en los que se decidiría quién tiene derecho al asilo, y por tanto puede entrar en el espacio de la UE, y quién no.

El borrador no menciona posibles emplazamientos aunque ha resonado la posibilidad de crear puertos seguros en Libia o Túnez. La idea ha cobrado fuerza a raíz del estancamiento que vive la reforma del reglamento de Dublín, que regula el procedimiento para que un solicitante de asilo presente su demanda en la UE, de la reciente crisis del Aquarius y de la batalla interna que han provocado en Alemania los planes del líder del CSU y ministro del Interior, Horst Seehofer, que quiere impedir la entrada en territorio germano de todo refugiado que haya solicitado previamente asilo en otro país. La posición de Seehofer ha creado una crisis en el seno del Ejecutivo alemán.

MÁS COOPERACIÓN / Seehofer ha dado dos semanas de plazo a Merkel para encontrar una «solución europea». El borrador menciona, por ejemplo, el compromiso de los Estados miembros a adoptar «todas las medidas legislativas y administrativas internas necesarias» para evitar «los movimientos secundarios» de solicitantes de asilo entre Estados miembros y más cooperación entre ellos para evitar que la integridad del sistema se ponga en peligro.

El texto dice que la prioridad de la UE es cerrar a cal y canto las fronteras exteriores con un mayor control de las fronteras porque consideran que es una vía que ha cosechado éxitos. «Desde el 2015 se han puesto en marcha varias medidas. Como resultado el número de inmigrantes ilegales a la UE ha caído un 95% desde el pico que hubo en octubre del 2015», señala el borrador que aboga por redoblar los esfuerzos contra los traficantes de personas y por seguir apoyando a Italia en esta ruta.