El barco Aquarius de la oenegé francesa Sos Méditerranée, con 629 personas a bordo, ha puesto a prueba la cohesión europea en materia de acogida de refugiados. El Aquarius está detenido entre Malta e Italia, a la espera de encontrar un puerto seguro tras el ofrecimiento del Gobierno español de que la nave atraque en València. Según Médicos Sin Fronteras, que tiene personal a bordo, «un viaje de tres días a València en un barco que supera su capacidad es inseguro».

Apenas cinco días después de haber sacudido la política interna con la presentación de un Gobierno tan efectista como aparentemente sólido, la grave crisis humanitaria y diplomática provocada por la decisión de Italia de cerrar sus puertos al Aquarius ha permitido a Pedro Sánchez mostrar al mundo que España también tendrá una nueva política exterior, al menos en este apartado. El presidente ofreció acogerlo en València.

Sánchez lo había acordado con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y este, a su vez, con el Ayuntamiento que dirige Joan Ribó, que como el de Barcelona por medio de Ada Colau se había ofrecido a ser destino para un barco sin rumbo.

También el Ayuntamiento de Castelló se puso a disposición de la Generalitat para colaborar en todas las acciones necesarias para acoger a los inmigrantes. El gobierno municipal contactó con Presidencia de la Generalitat para mostrar la solidaridad de Castellón ante el «drama humanitario» y compartir los recursos de acogida de la ciudad. La alcaldesa, Amparo Marco, afirmó que «Castellón es una ciudad solidaria, que no puede permanecer impasible ante una situación de emergencia internacional en la que hay tantas vidas en juego». El pleno del Ayuntamiento declaró a Castellón ciudad refugio.

La Comisión Europea, a través del comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, aplaudió la decisión del Gobierno español señalando en un tuit que «es solidaridad real puesta en práctica, tanto hacia las personas vulnerables y desesperadas como hacia el resto de estado miembros de la UE». Igualmente, los primeros ministros de Italia, Giuseppe Conte, y de Malta, Joseph Muscat, agradecieron a España su «gesto de solidaridad». En el caso italiano, se entendió como un primer paso para que más estados miembros se impliquen en esta tarea.

El anuncio del Gobierno español llegó tras una conversación entre la vicepresidenta Carmen Calvo, que gestionará puntualmente una acogida que podría no ser la última, y Ximo Puig. Las autoridades valencianas reiteraron un ofrecimiento que llevaban haciendo los últimos tres años sin que el gobierno del PP hubiera utilizado más que de manera puntual. Puig subrayó que se trata de razones humanitarias y lamentó que el barco estuviera «abandonado» de forma «profundamente injusta».

«Huyen del hambre, de la guerra y la miseria. Si podemos, evitaremos más muertos. Son 629 personas, entre ellas 123 menores, uno de ellos nacido anoche. Por eso, lo he hablado con la vicepresidenta del Gobierno, Mónica Oltra, para preparar un dispositivo de acogida lo más rápido posible», señaló Puig.

«Estamos trabajando en esa primera acogida», explicó Oltra, que anunció la convocatoria para hoy por la tarde de la comisión mixta que coordina la Generalitat para la atención y acogida de personas refugiadas y desplazadas forzosamente. En la reunión habrá representantes de las diferentes consejerías implicadas así como de las diputaciones provinciales, la Federación Valenciana de Municipios, la Universitat de València y diversas oenegés. También del Ayuntamiento de València y de la Autoridad Portuaria.

DESDE EL 2015 // «El dispositivo está preparado desde el 2015 pero siempre nos habíamos encontrado la negativa del gobierno del PP. Hemos hablado ya con la Autoridad Portuaria, que ha mostrado su implicación. El presidente de Balearia ha ofrecido como hizo en el 2015 toda su logística. También con todas las entidades que trabajan con personas refugiadas», explicó Oltra.

El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, agradeció al Gobierno español su decisión, que calificó de «valiente y bienvenida» . «Gracias, España», escribió Grandi en Twitter. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también lo celebró.