La barbarie de los asesinatos de ayer, lunes, en el colegio Ozar Hatorah de Toulouse ha conmocionado a toda Francia, pero la comunidad judía de este país es la que está pasando los momentos más amargos por la muerte del profesor y los tres niños tiroteados en el centro escolar.

Los cuerpos de las cuatro víctimas mortales han sido velados durante toda la noche en el propio colegio, adonde fueron trasladados por cuatro furgones de los servicios funerarios. Cienttos de judíos acudieron a despedir a los fallecidos, en una ceremonia en la que se produjeron escenas de gran dolor, según han explicado algunos de los asistentes, que salían del acto con los ojos bañados en lágrimas.

Víctimas del terrorismo

El responsable de la comunidad judía de Toulouse, Arie Benseham, ha explicado esta mañana que los cuerpos serán trasladados este martes a Israel para ser enterrados mañana en Jerusalén. Los cuatro fallecidos tenían la doble nacionalidad francesa e israelí y serán tratados por el Estado judío como víctimas del terrorismo,

El colegio Ozar Hatorah no volverá a abrir las aulas hasta el próximo jueves. Benseham ha reconocido que su máxima preocupación es que los niños recuperen la normalidad del día a día. "Están muy traumatizados. La mayoría de ellos estaba en clase o en la sinagoga del centro cuando ocurrieron los hechos. Han visto el horror en directo y aunque reciben apoyo psicolófico están pasando un momento muy difícil", ha explicado.

Un minuto de silencio

Todos los colegios franceses realizarán este martes un minuto de silencio a las 11 de la mañana en recuerdo de las víctimas.