El diálogo entre la oposición y el Gobierno venezolanos para destrabar un conflicto que parece no tener salida se inició en República Dominicana con las primeras evaluaciones encontradas de sus protagonistas. El exjefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y los expresidentes del país anfitrión, Leonel Fernández, y Panamá, Martín Torrijos, se encontraron con importantes representantes del chavismo y de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que controla el Congreso y funciona como una suerte de contrapoder en Venezuela.

La Canciller Delcy Rodríguez atribuyó la reunión a una iniciativa propia del presidente Nicolás Maduro, quien, dijo, “promueve la paz, el respeto al derecho, y a la defensa de la soberanía e integridad territorial”. La MUD, en cambio, aseguró que en rigor no hubo encuentro tripartido. Zapatero y sus colegas hablaron por separado con las delegaciones. De acuerdo con la oposición, “no se ha producido encuentro directo alguno” con los enviados de Maduro.

La MUD dijo no obstante que la reunión “se produce en un contexto altamente favorable para la lucha por la libertad y la democracia” al estar precedida por el pedido de Paraguay que se trate en el Mercosur la situación venezolana, así como la declaración del Secretario de Estado norteamericano John Kerry respaldando la mediación de Zapatero. A eso la MUD añade el gesto del papa Francisco de recibir al presidente de la UNASUR, el colombiano Ernesto Samper, para hablar del mismo tema. “Son datos todos reveladores de la voluntad política de la comunidad internacional orientada a respaldar la solución pacífica, electoral, política a la crisis venezolana”.

LA EXIGENCIA DEL REVOCATORIO

Para la oposición no hay otro camino en ese sentido que el“adelanto de elecciones, y el formato más probable por su carácter constitucional es el Referendo Revocatorio”. Ese horizonte es posible porque “nunca el régimen que desgobierna Venezuela estuvo tan solo, tras haber constatado el mundo en las elecciones del pasado 6 de diciembre que ese proyecto político no cuenta ya con apoyo popular”.

El avance del diálogo, sostuvo la MUD requiere de gestos explícitos del Gobierno. No solo se le exige la convocatoria a una consulta popular en la que se discuta la permanencia de Maduro. También ha pedido la “libertad de los presos”, el cese de la “persecución política” y el “retorno de los exiliados”, así como la “admisión” por parte del Gobierno de “la ayuda internacional en medicinas y alimentos para atender con urgencia la crisis humanitaria”. Por último, la oposición exige el respeto a la independencia de poderes y “soluciones a la crisis económica generada por la corrupción oficial y el modelo económico generador de miseria”.

Días atrás, al anunciar el inicio de estas gestiones, Zapatero adelantó que se trata de un camino "arduo" y "difícil". El ex jefe de Gobierno tuvo su primera constatación.