Salen de los vestuarios y entran corriendo al terreno de juego. Una enorme sonrisa se asoma en su cara y los ojos van directos a los balones que descansan en el césped. Están preparados para disfrutar de lo que más les apasiona: dar patadas a un balón. «El Benjamín A es un equipo alegre y vivo. Los chicos son muy dinámicos», así define Carlos Pallarés, uno de los entrenadores del equipo, a los pequeños talentos del fútbol base amarillo.

Pero no todo es diversión, también hay trabajo y sacrificio en cada entrenamiento. Cada sesión es un reto ilusionante para ellos, donde la magia y el compañerismo unen a unos niños con el mismo sueño y las mismas ganas de superar sus metas día a día. «Son competitivos consigo mismos y con sus compañeros. Ellos mismos son los que marcan sus propios límites y cada día te sorprenden demostrándote que quieren superarse y que si encuentran un límite, lo superarán», cuenta Pallarés en la Ciudad Deportiva.

Pero siempre bajo los pilares forjados por el Villarreal CF: respeto, humildad, compromiso y compañerismo. «Son valores que el club quiere que tengan sus jugadores. Son objetivos que, tanto de forma individual o como grupo, intentan mejorar día a día», asevera el preparador.

El ambiente entre los chavales es espectacular. Uno de los jugadores más alegres es Óscar Sánchez, que no para de hacer bromas en el vestuario. Todos tienen su parte más tímida, aunque cuando entran al terreno de juego se desatan. Compiten al máximo, pero siempre desde el respeto y la deportividad. Todos arriman el hombro por un bien común y no es extraño verles charlar sobre el campo para mejorar, tanto individual como colectivamente.

Actualmente, el Benjamín A es segundo en la clasificación de su categoría, aunque a tan solo cuatro puntos del liderato. Los resultados son lo menos importante, aunque el dato que refleja que solo ha perdido un partido esta temporada es significativo.

En definitiva, el objetivo primordial del Benjamín A es formar a sus jugadores como personas y como futbolistas, aunque eso no está reñido con la competitividad y la ilusión de sus jugadores en cada partido: «El objetivo principal es la formación. Los niños tienen que entender el fútbol de la mejor manera posible, divirtiéndose y formándose como personas y como jugadores», finaliza. Esta tarde juegan contra el Levante fuera de casa (16.00 horas). Sempre Endavant!