Benicarló apura los últimos días de la XIX Fiesta de la Alcachofa con las Jornadas Gastronómicas. Desde el 13 de enero se han sucedido un sinfín de actos con la hortaliza como protagonista. Sin embargo, cuando parecía que todo estaba descubierto, Joan Rius desvela otra de sus utilidades, la de elemento ornamental.

Su afición viene de lejos, “mis padres ya se dedicaban a la venta de verduras y clasificaban las alcachofas por tamaños. Yo, con 10 años, me dedicaba a hacer la pequeños muros para separar las más grandes de las medianas y las pequeñas. Con 24 años, compramos en puesto en La Boqueria de Barcelona y, allí, el género, o lo presentas bien o no se vende”, comenta.

De hecho, su maestría y gusto pronto le hicieron ganar popularidad entre el resto de comerciantes del recinto.

Con los años, fijó su residencia en los campos del Baix Maestrat y, desde su finca de Peñíscola, varios son los restaurantes y particulares que le encargan sus creaciones.

“Al iniciarse la Fiesta de la Alcachofa, Manolo Rico, del restaurante El Cortijo, me pidió que le hiciera una panera con alcachofas y ahí empezó todo”. A Joan le han pedido casi de todo, “lo más original ha sido ramos de novia para un pase de moda nupcial”.

No solo sus clientes pueden dar fe de la calidad de sus hortalizas. Hace unos años, el presidente de Greenpeace España visitó sus campos y se quedó maravillado ante sus magníficos productos ecológicos.