Las patrullas integradas por agricultores que, desde hace unos días, se encargan de vigilar por las noches Benicarló para colaborar con las fuerzas de seguridad en la erradicación de la delincuencia en el área rural, han dado pruebas de su efectividad. Aunque, si bien el suceso acaecido se produjo a plena luz del día, los encargados de interceptar a los sospechosos en primera instancia fueron componentes de estas brigadas.

La noticia de que los labradores vigilan el campo en horario nocturno ha puesto sobre aviso a los amigos de lo ajeno que, por lo visto, han decidido cambiar su modus operandi. Así, ayer domingo alrededor del mediodía, aprovechando que es la jornada de asueto, varias personas circulaban en una furgoneta, matrícula de Tarragona, por un camino rural situado en la ralla del término entre Benicarló y Peñíscola.

El vehículo levantó las sospechas de dos agricultores que estaban en una finca próxima y que forman parte de las patrullas. Estos, avisaron a otros compañeros y cerraron el paso de las dos salidas del camino, a la vez que pusieron el hecho en conocimiento de las fuerzas de seguridad, “inmediatamente, en apenas dos minutos, se personaron siete coches de la Guardia Civil, con dos agentes cada uno, que procedieron a inspeccionar la furgoneta y a identificar e interrogar a los ocupantes”, señaló un testigo.

La furgoneta en cuestión estaba cargada de numerosas cajas, idénticas a las que se utilizan en la recolección de productos del campo, de las que los ocupantes del vehículo no pudieron demostrar su procedencia al carecer de facturas y los documentos. H