La aristocracia de los coches antiguos sedujo ayer a grandes y pequeños durante la III Subida al Desierto de Las Palmas, que contó con la participación de una veintena de vehículos.

En esta ocasión la estrella fueron los diez Renault 4/4 que acudieron gracias al Club Español de Amigos de este vehículo, y que recorrieron las carreteras de Castellón, demostrando que no les pesan en absoluto sus 60 años de historia y que son capaces de deslumbrar como recién salidos de fábrica. Este vehículo, que costaba unas 25.000 pesetas de la época, se empezó a producir en 1947 y dejó de fabricarse en 1961.

El programa previsto para el domingo se inició de buena mañana en la Magdalena, desde donde los automóviles partieron para pasar por la Bartola, seguir por el monasterio y bajar por la Comba hasta el Hotel Voramar, donde los aficionados a los vehículos antiguos pudieron disfrutar contemplando en directo estas joyas del motor y compartiendo los recuerdos y anécdotas de sus propietarios. Quienes se acercaron al Hotel Voramar también pudieron ver varios Seat 600 y otros modelos como el Seat 1.400 o un 850 coupé.

El encuentro de este año también tuvo un momento de gran emotividad, ya que se rindió homenaje a José Borrás, socio fallecido recientemente, con la entrega de una placa en su recuerdo a sus familiares.