La subida de la temperatura del mar y los temporales han traído al litoral de la provincia de Castellón una especie de micromedusas que se desplazan con el viento llamadas Barqueta de Sant Pere o Velellas y un ctenóforo conocido por los pescadores como almendrillas que aparece durante la primavera y que causa daños a las redes.

Marineros y vecinos han alertado de la presencia de estas especies marinas en las playas de Orpesa, Benicàssim y Torre la Sal (Cabanes), especialmente, durante el fin de semana, aunque su presencia todavía continúa.

Lo que más se han visto son almendrillas, una especie gelatinosa que, debido a las últimas lluvias que han aportado más nutrientes al mar y al aumento de la temperatura, han proliferado, si bien su presencia no debe causar alarma, explica Xavi del Señor, activista medioambiental. Una especie que provoca daños a las artes de pesca, como explica el patrón mayor de la cofradía de pescadores del Grao, José Francisco Martínez, tanto las de cerco como las de arrastre. Y es que cuando mueren, van al fondo y entonces forman una capa viscosa que estropea las artes de arrastre.

Los deportistas del club Escorpa avistaron estos pequeños ejemplares durante el campeonato de pesca submarina celebrado este fin de semana en Torre la Sal (Cabanes), como explicaba Enrique Ferrer a Mediterráneo.

Asimismo, se han visto, en menor medida, ejemplares de medusas vela en puntos como Orpesa. Un marinero del puerto deportivo de la localidad explicaba ayer la abundancia de unas criaturas que definía como “diminutas, gelatinosas y de color violeta. Había muchas y pude ver más cuando salí a bucear”, manifestó.

A su vez, en Benicàssim, una vecina, Fátima Félix, dijo haberlas visto mientras paseaba por la playa de Els Terrers por la zona de la Escuela de Vela. Eran “como una bola de canica, blancas y de color azul claro, casi transparentes”, manifestaba a este diario.

Igualmente, pescadores de caña que este fin de semana participaban en un concurso de pesca e entre el Voramar y el Torreón se percataron de la presencia de estos ejemplares gelatinosos a la altura del hilo. “Notaban cómo la línea estaba melosita”, explicaba ayer lunes el presidente del club organizador del evento. H