El próximo domingo, en el San Fernando de Burriana (19.00 horas), dos de los clubs históricos del fútbol provincial se verán las caras en el encuentro de ida del play-off final por el ascenso a Tercera División. Tras eliminar respectivamente a La Nucía (con prórroga y penaltis) y al Calpe (prórroga), el Burriana y el Almazora se verán las caras en un duelo fratricida. Un derbi que rememorará épocas pasadas y que garantiza que la próxima campaña habrá un equipo provincial más en categoría nacional.

Un envite entre dos poblaciones apenas separadas por cinco kilómetros y en el que ambas directivas, aficiones, cuerpos técnicos y jugadores se llevan bien. Es decir, será toda una fiesta para el fútbol de la provincia.

Por dicho motivo, Mediterráneo reunió ayer por la tarde, en el recinto en el que se disputará el partido de ida, en el San Fernando, a los entrenadores de los protagonistas: Sergi Escobar, por el bando celeste; e Iván Medall, por el lado blanquinegro.

Dos técnicos que se conocen bien y saben cómo han trabajado a uno y otro conjunto.

Escobar, sensato // El míster de los locales, Sergi Escobar, aplaudie el hecho de que se trate de un duelo atractivo. “Es un derbi histórico y será bonito. Los clubs se llevan bien y las aficiones también. Una fiesta para la provincia”, explica al míster celeste.

Eso sí, Escobar es natural de Almassora, por lo que en caso de derrota no será tan dolorosa: “Quiero ganar y que el Burriana ascienda. Si eso pasa, estaré feliz; y si perdemos, pues también, soy almassorí”, manifiesta entre carcajadas y en tono conciliador.

El entrenador del Burriana considera al Almazora “un equipo muy bien trabajado y muy sólido defensivamente hablando”. “Conceden muy pocas opciones a sus rivales”, añade. “No en vano, fue el equipo menos goleado de los cuatro grupos de Preferente. Y nos ha ganado los dos encuentros”, analiza un Escobar que, por contra, considera que ellos quizás son “algo más alegres jugando” y generan “más peligro”, aunque les “crean también más ocasiones de gol”. “Tendremos que corregir esas situaciones y espero que esta vez nos toque a nosotros ganar”, subraya.

Por su parte, Iván Medall también cree que será una eliminatoria bonita. “Por los aficionados, por los clubs, porque las ciudades están cerca... Es un derbi que lo tiene todo para verlo”, analiza.

El preparador del Almazora es consciente de la calidad del rival: “Han ido de menos a más y se han repuesto a diversas circunstancias difíciles en cuanto a bajas y lesiones. Tienen mucho talento y será un duro contrincante”.

Es más, no le gusta el hipotético papel del favorito de su equipo, al haber quedado segundo --el Burriana fue tercero-- y vencerle los dos partidos ligueros: “No me gusta el hecho de haberle ganado dos veces en Liga”. “Espero que mis jugadores lo olviden”, desea.

Pase lo que pase, lo que es seguro es que “será una fiesta para el fútbol provincial”, coinciden. H