El Castellón quería disfrutar de las navidades en el play-off pero, a este paso, el regalo extra puede ser el liderato. La cuarta victoria consecutiva (el póquer llegó con la firmada ayer en la visita al colista Utiel, por 0-2) le sirve para escalar a la segunda posición y situarse a uno solo del Orihuela. Todo ello a falta de una jornada para llegar al parón.

La plantilla del Castellón es amplia en efectivos y recursos, pero hay momentos para ponerla a prueba. Con Rubén Suárez inutilizable por sanción y sin Guille Vázquez, Javi Selvas, Miki ni Castells por lesión (todos ellos, potenciales titulares), Calderé solo contaba con 16 efectivos, con el matiz importante de que Víctor Pino había amanecido con fiebre y que Carrillo todavía no ha conseguido dejar atrás sus problemas musculares. Para completar el panorama, Juanra jugó aún bajo los efectos de la muerte de un familiar muy próximo.

EL PESO DE LA LÓGICA // Con todo, al Castellón le debía bastar, con lo que el entrenador tarraconense tenía tanto sobre el césped como en el banquillo, para imponerse al farolillo rojo, que arribaba a la cita tras siete jornadas sin ganar y con la doble etiqueta de equipo menos goleador y más goleado.

Los albinegros no tardaron mucho tiempo en imponer el peso de la lógica. Dejó reposar el encuentro para aprovecharse de la endeblez de su adversario. Un córner mal defendido acabó en el 0-1, con Adrià, defensa con vocación de delantero, empujando en balón hasta las redes (min. 20).

El Castellón, seguramente, se contagió de la escasa resistencia de su rival y se dejó llevar. Incluso tuvo un buen susto antes de ir a calentarse a la caseta, con Alexandros acariciando la posibilidad de anotar un gol olímpico.

Daba la sensación de que el Castellón, si lo necesitaba, podía marcar el segundo en cualquier momento para poner fin al suspense inherente de todo marcador ajustado, pero la tónica continuó en el segundo tiempo. Negredo, por ejemplo, estuvo cerca de sentenciar al colista, aunque los albinegros todavía tendrían que esperar unos cuantos minutos para hacerlo.

CAMPOS Y PINO // Unos segundos antes del gol, Campos acudió a su cita para evitar males mayores con una notable intervención a remate de Ballester. El Castellón, viéndole las orejas al lobo, no demoró más el 0-2. Jonás cometía un claro penalti sobre Yagüe que Víctor Pino aprovechó también para seguir al pie de la letra el guión que le acredita como habitual revulsivo (min. 81).

Yagüe pudo reflejar aún más en el marcador la brecha que existe, a día de hoy, entre estos dos contendientes, aunque Alfredo no consintió que llegara el 0-3. Poco importaba, porque el Castellón ya había puesto encima de la mesa de La Celadilla su póquer de victorias consecutivas. H