Como cada 27 de diciembre, Moncofa salió ayer a la calle para conmemorar el 761º aniversario del otorgamiento de la Carta Pobla. Los actos empezaron a las 18.30 horas, con la recepción en el ayuntamiento. La comitiva, encabezada por el alcalde, Jaime Picher, la reina, Irene Giménez, y las damas, se incorporó al pasacalle en el Camí la Vall. Más de 200 personas salieron en el desfile, que contó con la presencia de Na Violant d’Hongria, Jaume I y los caballeros y damas de Guillem de Moncada, señor feudal del castillo de Nules, que otorgó la Carta Pobla a Moncofa en el año 1253.

La música de la dolçaina, el tabal y de los bombos y tambores marcaron el paso de este pasacalle, que este año congregó a gran número de público al caer en sábado “y que el tiempo acompañó y no hizo demasiado frío”. Numerosos niños se sumaron a esta cabalgata, vestidos con trajes típicos de la época. Tampoco faltaron los bailes folclóricos del Grup de Danses Biniesma y los caballos de la asociación ecuestre, entre otras entidades locales.

NOVEDAD // Y es que las asociaciones culturales del municipio “tienen un gran protagonismo, porque junto al Ayuntamiento, de manera altruista y desinteresada, hacen todo lo posible para que cada año este acontecimiento sea más entrañable”, destacó el alcalde, Jaime Picher. De hecho, la gran novedad de esta edición fue la participación de los gigantes y cabezudos. Para ello se contó con la colaboración de la agrupación de Burriana, ya que aunque se acaba de formar una asociación en Moncofa todavía no disponen de figuras propias.

El desfile finalizó en la plaza del Pla, donde sobre el escenario varios niños fueron los encargados de leer la Carta Pobla. El munícipe también dirigió unas palabras a sus vecinos, en las que destacó que “como pueblo hemos atravesado momentos complicados, como el actual que por la situación económica es muy delicado”. Así, instó a los vecinos “a estar más unidos que nunca para superar los retos que se nos presentan, como hemos hecho ya en anteriores ocasiones”.

“Este día siempre es de fiesta e histórico, porque conmemora la fecha en la que nacimos como pueblo”, remarcó Picher, quien añadió que estos actos “están consolidados y son una tradición”. Tras el discurso del alcalde, se ofrendó al monumento de Jaume I con una corona de laurel y se celebró una xocolatà. H