Las religiosas de la orden Siervas de Jesús estudian marcharse de la residencia de mayores de Nules, tras haberla gestionado desde su apertura, hace 32 años. De momento, la noticia de su posible adiós se guarda con sigilo y todavía no ha trascendido públicamente para evitar la preocupación del más de medio centenar de usuarios que vive en este centro privado, que cuenta con un total de 22 plazas concertadas.

El secretismo es tal, que desde el obispado de Segorbe-Castellón han asegurado que actualmente no tienen “ninguna información disponible sobre este tema”.

Según ha podido saber Mediterráneo, el principal motivo por el que las religiosas planean irse se debe a la falta de vocaciones que afecta a esta congregación, implantada en España y en diversos países sudamericanos. Por tanto, las hermanas tienen previsto trasladarse a aquellos centros que son propiedad de la orden para que sigan en marcha. De ahí que mediten abandonar aquellas residencias que no son de su titularidad, como la de Nules.

Su posible despedida plantea un problema importante a la Asociación Residencia Virgen de la Soledad, entidad propietaria de la instalación. Este colectivo está formado por vecinos, algunos de los cuales, en su momento, aportaron cantidades económicas para poder construir el centro, siendo el único de atención a mayores que hay en la localidad.

La historia del mismo, levantado en los terrenos del calvario, va muy unida a la población y a las Siervas de Jesús, ya que su gestión a lo largo de más de tres décadas ha contado con el beneplácito de los usuarios, sus familiares y, por supuesto, de la propia junta. De ahí que siempre hayan recibido numerosas muestras de afecto.

futuro // Por eso existe enorme preocupación en la Asociación Virgen de la Soledad por cómo puede afectar la marcha de las hermanas a los residentes. En estos momentos, no existe todavía una fecha concreta para que la orden se vaya, por lo que la junta tiene un plazo de tiempo prudencial para decidir qué hacer con la gestión. Las posibilidades pasan por llegar a un acuerdo in extremis con esta orden o porque sea otra congregación la encargada de administrar la infraestructura o una empresa privada especializada en atención de mayores la que se encargue de este servicio. Durante sus 32 años, estas instalaciones han sufrido importantes cambios y reformas para adaptarse a las normativas vigentes. H