La tradición y el buen ambiente fueron las protagonistas durante la mañana de ayer en Nules, que celebró un año más la festividad de Sant Antoni, el patrón de los animales, con mucha devoción.

Como de costumbre, el colofón de la celebración fue la passejada del bescuit, una tradición muy singular en la que las clavariesas, que se encargan de arreglar y custodiar la capilla de Sant Antoni durante el año, recorren cuatro veces la calle con un bizcocho, acompañadas por la banda de música. Las encargadas de esta edición han sido Rosita Martínez, Mercedes Navarro, Solita Vedrí e Isabel Miró. Actualmente, este vial es ya de los pocos de la localidad que mantiene esta típica celebración nulense.

Aunque, como manda la tradición, los festejos empezaron a las 10.30 horas, cuando tuvo lugar la misa mayor y, a partir de las 11.30 horas, los participantes en la matxà se concentraron frente al convento para empezar el desfile, que recorrió la avenida Millars, las calles Cova Santa, Ample, Colón y la Soledat, para finalizar en el vial que lleva el nombre del santo y donde está la capilla. Frente a este pequeño templo religioso el párroco del municipio, mosén Esteban Badenes, bendijo a los animales, entre los que destacaron un burro y una cabra, que causaron gran atracción entre el numeroso público.

Asimismo, se repartieron 2.200 coquetes dulces a los asistentes. Estos participativos actos estuvieron organizados por los clavarios y vecinos de la calle Sant Antoni, con el patrocinio de la asociación Amics del Cavall de Nules.

mascarell // Por su parte, el recinto amurallado de Mascarell también ha disfrutado durante el fin de semana de varios actos en honor al venerado patrón de los animales, con la quema de la hoguera de unos 1.200 kilos de leña y el reparto de 350 rollos, chocolante caliente y mistela. H