Los oropesinos despidieron ayer las fiestas de la Virgen de la Paciencia más largas e intensas de las últimas décadas con pólvora. Primero, una traca corrida desde la plaza La Constitución y por las calles Francisco Sevillano, avenida de la Estación, plaza Mayor, calle Rondamar, Constitución hasta la calle Peñagolosa, anunciaba el final de los festejos con el estruendo de los cohetes.

Y después, un espectacular castillo de fuegos, disparado por la Pirotecnia Tomás junto al instituto, remataba el programa que ha entretenido a vecinos y visitantes durante estas últimas dos semanas. También los toros fueron protagonistas en esta jornada final de fiestas con los dos últimos encierros, de reses de las ganaderías de Tomaset y Miguel Parejo, que transcurrieron sin incidentes. Aunque por la tarde, la exhibición de vaquillas y toros en la plaza se vió perjudicada por las lluvias, que solo permitieron disfrutar a los más taurinos de Orpesa de la exhibición de una vaca, cuando empezó a llover y se tuvieron que suspender los demás actos taurinos programados.

Además de en este recinto, el ambiente festivo se palpaba también en la plaza Doctor Clará con motivo de la X Feria Medieval, que con alrededor de 60 puestos gastronómicos y artesanos atraía a multitud de visitantes para tomar algo y comprar alguno de los cientos de artículos expuestos.

La reina de las fiestas, María Rodrigo, despedía con nostalgia estas fiestas en honor a la patrona que han sido tan especiales y que ha tenido el privilegio de vivir como festera y representante de su pueblo, aunque su andadura continuará a lo largo del próximo año junto a las damas Claudia Simarro y Clara Humanes, que han representado con ilusión y muchas ganas a todos los ciudadanos de Orpesa.

El alcalde, Rafael Albert, destacó el éxito de los “actos taurinos” y también “la especial conmemoración que se ha hecho en honor a la Virgen de la Paciencia con el esfuerzo de todos los vecinos”. H