La apertura de la calle Torrepaquita de la playa de la Concha de Orpesa --cerrada al público como privada-- se prevé para verano, poniendo fin a una polémica desde hace 20 años. El pleno aprobó ayer, por unanimidad de todos los grupos (PP, PSPV, Bloc y GIO), el proyecto de reparcelación y el texto refundido del plan de urbanización de apertura del vial público -según contempla el PGOU- tras resolverse las alegaciones vecinales de la urbanización Portomar durante este periodo.

“Fueron registradas todas por una persona en bloque y había jurídicas y técnicas. Las primeras se han desestimado porque ese vial es público y hay que recuperarlo; y respecto a las técnicas, una vez que los vecinos nos facilitaron el acceso y tras ver qué carencias tenía, se pudo cuantificar el valor de las obras, que asumirá el consistorio”, explicó el concejal de Urbanismo, Tomás Fabregat.

La obra se centrará en solucionar problemas de alumbrado público, asfaltado y otras actuaciones concretas de aguas fecales y pluviales y cuyo proyecto técnico está valorado en unos 80.000 euros, según indicó Fabregat.

Con todo, se espera que la calle peatonal se reabra “este verano”, retirando la valla primero; y, en cuanto se pueda, se licitará la actuación que, seguramente, será después del verano “para no ocasionar molestias a los vecinos”.

En la sesión tomó posesión como edila del GIO Araceli de Moya, ya portavoz del grupo. H