Las fallas son ironía, crítica y humor. Aunque normalmente se le da un valor especial a los primeros premios --el mayor y el infantil-- de los monumentos josefinos, este año, en la Vall d'Uixó, el galardón de la crítica ha sido el más sonado y, a la vez, cantado, de los últimos años.

Y es que, si bien por todos los castellonenses es sabido que, mientras las fallas desaparecen pasto de las llamas la noche de Sant Josep, los emblemas de la capital de La Plana, las gaiatas, no viven este final y las creaciones no tienen un final escrito tras el Vitol, ha habido sonados errores por parte de políticos de renombre mezclando ambos festejos. Eso sí, con el consiguiente enfado castellonense.

Pues bien, la comisión de Ja estem tots ha combinado fallas y gaiatas en una única creación de manera que, el lunes, se puede decir que arderá una gaiata en la Vall. Y es que su falla-gaiata es una explosión de luz --como las gaiatas-- pero sí que desaparecerá rodeada de fuego y luz --como las fallas--.

¿Por qué?

El argumento de esta pieza, lejos de ser hiriente, destaca por su acidez, no hacia Castellón, sino hacia la propia Vall d'Uixó. Y es que los falleros de la entidad, de nuevo, han sido sus propios artistas falleros y han escogido un tema muy apropiado para la ciudad: solo les falta tener gaiatas. En un municipio que se caracteriza por la cantidad de fiestas que se celebran a lo largo del año, no solo plantearon la adopción de esta tradición castellonense, sino que además, tras la entrega de premios, programaron la Encesa del monument, toda una sorpresa que tenía mucho que ver con el emblema magdalenero.