El Ayuntamiento de la Vall ha puesto en marcha la segunda fase del plan de empleo local, que comenzó a los 100 días de gobierno. En esta ocasión, se han destinado 100.000 euros que se invertirán en tres líneas de ayudas: parados de larga duración --contrataciones directas--, jóvenes con formación y empresas y autónomos.

En cifras, se ha empleado durante un mes a 35 desocupados de larga duración o de colectivos en riesgo de exclusión social «para mejorar su empleabilidad y facilitar su entrada al mercado laboral», señala el edil de Empleo, Jorge García, quien explica que los beneficiarios realizan trabajos de mantenimiento de colegios, la adecuación de caminos rurales y diversas mejoras en los espacios públicos, además de prestar apoyo a la brigada municipal.

Por otra parte, un total de 16 jóvenes recién graduados menores de 25 años también se han sumado a este plan, «dándoles su primera oportunidad laboral relacionada con sus estudios». Y es que tal y como manifiesta la alcaldesa, Tania Baños, a través de esta iniciativa dan «la oportunidad de adquirir esos conocimientos prácticos que después les requieren». Todos ellos desempeñan sus funciones en diversos departamentos municipales y participan como becarios remunerados en un programa de seis a nueve meses de duración, gracias a un convenio con el Servef.

Asimismo, también existe la tercera línea de ayudas, en este caso para las mercantiles que contraten por un mínimo de seis meses a personas que estén paradas, ya que recibirán una subvención de hasta 1.200 euros.

PARA LOS autónomos // Además, tal y como avanza García, los autónomos de nueva creación se beneficiarán de 500 euros (el equivalente aproximado a la cuota del primer año); mientras que los participantes en los programas de Garantía Juvenil o Empreniment Jove que inicien un proyecto empresarial recibirán 1.000 euros en sus inicios.

De esta manera, a través de esta segunda fase, continúan el plan de choque que pusieron en marcha «a los 100 días de entrar al gobierno, con el objetivo de colaborar con las personas que peor lo están pasando y reciclar, sobre todo, a los desempleados procedentes del sector de la construcción», incide Baños. Al hilo, la munícipe hace hincapié en la diferencia entre la derecha y ellos porque, «frente al discurso de que la administración pública debe mantenerse al margen como excusa para no hacer políticas sociales ni políticas activas de empleo», está «el actual equipo de gobierno de la Vall d’Uixó, que aboga por ayudar a quien lo necesita, con políticas activas de empleo que den dignidad y futuro a muchos valleros para que sientan que vuelven a ser útiles».