La plaza Major de Vila-real volvió a convertirse ayer en centro por excelencia de las fiestas patronales de Sant Pasqual. Y lo hizo transformándose en el escenario de una nueva edición del macrosopar de peñas que en esta ocasión reunió en el principal ágora de la ciudad a 1.400 peñistas, pertenecientes a unas 70 agrupaciones.

De nuevo, y como viene siendo habitual en las celebraciones patronales, los asistentes pusieron el acento en la buena gastronomía y en las ganas de continuar disfrutando de las fiestas, a tan solo tres días de su finalización.

Sabrosos guisos, acompañados de unos buenos caldos y unos postres de lujo, hicieron las delicias de los integrantes de cada uno de los colectivos festeros en el marco de uno de los actos multitudinarios que organiza la Comissió de Penyes. Un evento tuvo su continuidad con una disco remember en el Recinte de la Marxa, que se ubica junto a Carrefour. H