Nos hemos levantado a las cinco y media de la mañana para poder estar aquí y merece la pena”. Son palabras del presidente de la Federación Taurina de Madrid y de la Unión de Federaciones Taurinas de Aficionados de España, Jorge Fajardo, quien valoró la movilización de ayer en la capital de la Plana como “un acierto enorme” y aseveró que “Castellón es hoy la capital del mundo taurino”.

Su percepción es similar a la expresada por aficionados que viajaron desde lugares como Cataluña, Madrid, Navarra, Sevilla, Valencia o Teruel, pero también desde decenas de poblaciones castellonenses de casi cada rincón de la provincia, desde Xert hasta la Vall d’Uixó, pasando por Cortes de Arenoso o Burriana.

Momentos antes de comenzar el recorrido de la manifestación mostraron su respaldo a la iniciativa políticos de diversos partidos, entre los que estuvieron buena parte de la corporación municipal de la capital; el presidente provincial del PP, Javier Moliner, y la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig; así como la candidata a la alcaldía de la capital Amparo Marco y el alcalde de Vila-real, José Benlloch, además de representantes de Compromís; numerosos alcaldes, diputados y concejales.

madrugadores // Si el inicio de la marcha en defensa de la tauromaquia estaba previsto para las 11.00 de la mañana, centenares de personas ocupaban mucho antes las inmediaciones de la plaza de toros de Castellón con las pancartas que después desplegarían bajo el brazo. Es el caso de Miguel Ángel Vilar, de la Peña Taurina de la Senia, quien recordó “lo mal que tenemos las cosas por allí” desde el punto de vista del toro, y “lo hacemos en representación de lugares como Godall, Mas d’En Verge, Amposta, la Ràpita, Santa Bàrbara y Roquetes”.

Desde mucho más lejos llegaron, también muy pronto, los 50 navarros que llenaron un autobús de aficionados procedentes de Lodosa, entre otras poblaciones, según explicó el presidente de la Peña Lodosa Por el Toro, Antonio Campo. Por su parte, la Asociación de Abonados y Aficionados Taurinos de Valencia, con su presidente Rafael Roca a la cabeza, movilizó a 40 de sus socios.

Fernando Placencia, de Sarrión; Rafael Esteve y Juan Carlos Vilar, de Sagunto; Ana Rubio, de Picassent... son algunos nombres propios entre los 6.000 que se dieron cita en torno a una afición que, tal y como lo describió la mayoría, es también una pasión.

El alcalde de Arañuel, Justo Palomares, quien se desplazó con 30 vecinos miembros de la peña El Burladero, la mitad del total de los habitantes del municipio, recordó el “susto” que pasaron el año pasado por la Purísima “con los antitaurinos, y queremos agradecer el apoyo que tuvimos, por eso venimos a respaldar la reivindicación”. En todo caso, Palomares aseguró: “Si nos quitan el toro, nos matan el pueblo”.

Desde Nules llegaron cerca de 200 personas y el ayuntamiento en pleno como representantes de siete peñas taurinas y las comisiones de San Juan, Sant Xotxim y Mascarell; 70 de Xilxes; 55 de Càlig; 30 de les Alqueries; 50 de la Peña el Bou de Morella; y unos 40 de la comisión de fiestas Santísimo Cristo del Calvario; o 20 más de la Llosa que, como indicó Ángel Cebrián, “nos mueve defender los toros, la cultura y tradición de los bous al carrer y el toreo”. Son solo ejemplos de una enorme lista en la que también se encuentran portavoces de poblaciones como la propia capital y su distrito marítimo, Vila-real, Almassora, Orpesa, Benicàssim, la Vilavella, Alfondeguilla, Xert, l’Alcora, Cortes de Arenoso, Borriol, Viver, Moixent, la Serra d’En Galcerán, Segorbe, Vilafranca del Cid, Forcall, Benicarló, Viver u Onda. De este último municipio es Susana Escamilla, quien dijo del toro que “para nosotros lo es todo, sin toro no hay fiesta”. H