El calendario de conciertos en esta edición festiva arrancó por todo lo alto. Y lo hizo con un Amstel Fest que cumplió con las expectativas de los aficionados. Había ganas de contemplar música en vivo, y la actuación de La Casa Azul hizo vibrar a sus cada vez más numerosos seguidores en la provincia, que no dudaron en corear sus temas señeros, entre los que se encuentra La revolución sexual, todo un himno a la diversidad que invita a bailar gracias a las pegadizas melodías surgidas de la mente de Guille Milkyway. La canción, que justo este año vive una segunda juventud gracias al ímpetu de los concursantes de Operación Triunfo --donde el propio autor ejerció de profesor-- demuestra la capacidad del indie para llegar al gran público y llenar un recinto como el de Castellón.

Acompañado de su grupo, con su estética futurista habitual, el envoltorio del concierto estuvo al nivel de los espectáculos ofrecidos en citas como el FIB, y se desgranaron algunas de las canciones incluidas en La Gran Esfera, un disco de próxima aparición, pero del que ya se conocen algunos sencillos, como el hipnotizante El momento. Un montaje de visuales en grandes pantallas fue el complemento perfecto a una festiva puesta en escena.

Presencia local

El festival propuesto por Amstel para las fechas más festivas de la capital incluyeron la presencia de la banda castellonense Próxima B. Una apuesta basada en el pop-rock clásico, que presentó las canciones de su disco Zona de confort, y que dio la oportunidad a la banda liderada por Manuel Muñoz de ser profetas en su tierra.

La parte final de este acontecimiento estuvo protagonizada por ElyElla. Son una presencia inexcusable en los principales encuentros musicales de España, y no podían faltar en el trepidante comienzo de los conciertos de la Magdalena. Ante los asistentes, hicieron un alarde de mixes, que conjugan grandes éxitos de la música independiente con la fusión de la electrónica. Cuatro horas que fueron el broche de oro a un día de Romeria.