Tradicional, atronadora y de manual. Castellón retumbó con la mascletà que disparó ayer en el Primer Molí la pirotecnia Gironina, de Pedralba (Valencia), en la segunda jornada del XXIV Concurso de Mascletaes Ciutat de Castelló. Los valencianos emocionaron un año más, y ya van unos cuantos, al exigente público castellonense, que, ávido de escuchar el sonido de la pólvora, se agolpó desde mucho antes del inicio en el Primer Molí y alrededores para disfrutar del segundo espectáculo, que fue de menos a más con 140 kilos de pólvora lanzados en poco menos de siete minutos.

En el Primer Molí se miró al cielo, con grandes dosis de fuego aéreo, que mandó. Gironina disparó cinco secuencias de fuego terrestre, alternadas con cuatro paradas aéreas y tres tramadas de terremoto que ensordecieron al respetable, tocando el corazón del público, vibrantes. Arrancó con una secuencia digital coordinada con fuego aéreo que dio paso, pausado, al ritmo, al cuerpo central del espectáculo, intenso, con unos golpes finales multicolores, en rojo, azul, naranja y con volcanes de verde puro Castellón, de verde Magdalena, como explicó el pirotécnico, José Ortega, ovacionado al final del disparo, después de un golpe final de truenos, hermético, con una tronada combinada aérea y terrestre, in crescendo, con alguna que otra pausa de más, pero para dejar boquiabiertos a todos.

Ribó, con las reinas

Las reinas de las fiestas, Carla Bernat y Lucía Burguete, vivieron con intensidad el disparo de honor, que compartieron con el alcalde de València, Joan Ribó. La alcaldesa, Amparo Marco, ejerció de anfitriona, en una mañana de viento que no deslució el espectáculo ensordecedor, junto con otros miembros de la corporación, como la concejala de Fiestas, Sara Usó; además del presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido, y las delegaciones gaiateras, de la Federació de Colles y la Junta de Festes.