Aoscuras, en silencio, se quedó anoche la plaza Mayor para encumbrar a uno de los elementos clave de su patrimonio arquitectónico. El Fadrí, el campanar de Castelló, se encendió este año al revés. Desde lo más alto hasta la entrada, con el foco puesto en el fuego, la pólvora y la luz que emanan del espíritu mediterráneo de las fiestas fundacionales de la capital.

Decenas de dimonis, de la Associació Botafocs, los Diables de la Plana y los Diables de Castelló tomaron el campanar con «un espectáculo de luz, color y fuegos en la más estricta tradición de las fiestas», según Jorge Martí, delegado de Asuntos Pirotécnicos de la Junta de Festes. Fue después de que los Bomberos desplegaran la bandera, con el cartel de las fiestas, a los lomos del reloj de la torre, que será anfitrión de algunos de los principales actos de la semana grande, en un alarde técnico que valió los aplausos de cientos de personas que esperaron a una cita ya multitudinaria.

De la mano de la burrianense Reyes Martí, de nuevo, l’Enfarolà fue un espectáculo per se, con predominio del verde castellonero, color y enseña de la capital; el rojo que ilumina el infern de los dimonis; y el azul de la fiesta mediterránea, que iluminaron la primera de las noches magdaleneras al son de la colla Xaloc, que puso sentimiento, vibra y emoción con dolçaina i tabal en un alarde de tradición unida a la modernidad del montaje, que consiguió dejar boquiabierto al respetable.

Pirotecnia, dueña y señora

La pirotecnia, como mandan los cánones de la tradición y el orgull de pertinença, se hizo dueña y señora de la plaza Mayor. Los dimonis, desde lo alto del Fadrí, desembarcaron sobre el mapa que vertebra los barrios desde el suelo frente a la concatedral, dispersándose en un recorrido de ida y vuelta hacia Colón y Cardona Vives, La Paz, Gasset, Puerta del Sol, Enmedio y Colón.

«L’Enfarolà es ya un acto en sí mismo, en una plaza Mayor que es uno de los epicentros de la semana grande, desde el mismo sábado del Inici al Vítol, abarrotada hasta la bandera para ver cómo el Fadrí se viste de Magdalena con su pañuelo verde», manifestó Jorge Martí.