Ilusión máxima. No es un tópico hablar de orgull de genealogia y de sentir de pertinença al glosar la figura de Lourdes Luján, la que se coronará como máxima representante de la gaiata 7, Cor de la Ciutat, en la gran noche del sector en el Palau de la Festa. Y no lo es porque la joven, de 19 años y estudiante de Historia en la Universitat de València, repite en el madrinazgo... ocho años después de haber sido la princesa del sector junto a Cristina Beltrán, en aquellas fiestas de la Magdalena que vivió con intensidad un 2010 que «nunca» olvidará, dice. Este año, coronada en el Olimpo particular de la plaza Cardona Vives, espera «lo máximo». Su tío, el presidente del sector, Manuel Jesús López, le ha inculcado desde pequeña el amor por la fiesta y por las tradiciones del Castellón más pairal, el que le lleva cada año hasta la ermita de la Magdalena en la Romeria, pero sobre todo, el del Desfile de Gaiates, «donde el sector muestra su trabajo, orgulloso, a todo Castellón», sin olvidar la Ofrena a la Mare de Déu del Lledó en su basílica, que espera «con devoción». «En el sector la honramos ya el lunes de Magdalena en la concatedral, lo que es muy especial, pero ir hasta el templo basilical representando al sector será lo máximo», asegura la madrina.

Ella, que forma parte de una de las comisiones de sector más dinámicas y con más actividad para los jóvenes, invita a todos a «conocer la gaiata desde dentro». «Ser de una comisión es amar la fiesta, es sentir la comunión con la tradición y ser protagonistas directos de las fiestas fundacionales, con el granito de arena que comisión a comisión pone en el programa del ciudadano, en su barrio, en su entorno más inmediato o en toda la capital».

Lourdes lo vive, lo siente, y así lo transmite. «He pasado por todos los estadios de la gaiata, desde damita infantil, con solo cinco añitos, hasta madrina infantil y ahora, tras saltar a la comisión mayor, de nuevo, al frente de este arraigo por Cor de la Ciutat», señala, destacando «las fiestas de la luz de Castellón como emblema de ciudad, como símbolo a exportar por todo el mundo como elemento diferenciador».