Nunca ha sobrado ni un solo gramo, excepto un año que llovió mucho y se quedó toda», asegura con sorna el chef Pepe Becerra respecto a la paella monumental que cocinó tras la Romeria. Obviamente ayer, con un precioso sol primaveral presidiendo la jornada, no fue una excepción y alrededor de 6.000 personas probaron otros tantos platos de un sabroso arroz.

Se trata de un acto que organiza Mediterráneo, que patrocinan Salera-Alcampo y arroz Dacsa, y que, con el paso de los años, ya se ha convertido en toda una tradición. La estampa es un clásico: tras llegar a la ermita de la Magdalena y encontrar acomodo toca hacer cola para recoger la ración de paella con la que recuperar energías tras la caminata.

CIFRAS IMPONENTES // Las cifras volvieron a ser espectaculares: 600 kilos de arroz, otros tantos de pollo, 300 kilos de conejo, casi 100 de costilla de cerdo, 75 litros de aceite y 300 kilos de la mejor verdura de la terreta. «Pimientos, tomates, bajoqueta, bajocó... todo de primera calidad», apunta un Becerra acostumbrado a torear en estas plazas. Añade el chef algunos de sus trucos: «Estar permanentemente encima de la paella, no perderla de vista en ningún momento y, pese a que algunos tienen otra opinión y utilizan leña de otras especies, utilizar troncos de naranjo».

DELICIOSA // El resultado fue excelente. Varios asistentes comentaron que estaba igual de buena que otras veces, o más. A Becerra, que no perdió la oportunidad de degustar su creación, se le vio satisfecho. No en vano, el chef lleva más de 30 años elaborando este típico plato de la mano de Mediterráneo, que de esta forma está presente en el día grande de las fiestas de la Magdalena. H