La reina de las fiestas, Estefanía Climent, minutos antes de comenzar el Coso Multicolor, en una emisora de radio por internet mientras le realizaban una entrevista, a la pregunta sobre qué acto recomendaba a los castellonenses en el día de ayer, respondía tajantemente que «sin dudarlo, el Coso, especialmente para los más pequeños».

Y es que este cortejo de carrozas y de guerra incruenta de confeti despierta un impresionate poder de atracción entre la ciudadanía, en una especie de juegos de papeles de colores que intentan surcar el cielo castellonense para acabar impactando sobre el suelo de las calles.

Traspasado el ecuador de los festejos magdaleneros, un año más el circuito de la avenida del Rey don Jaime se convirtió en un mar de confeti que provocó el júbilo y la alegría de participantes y espectadores --miles de personas en una cifra difícil de calcular-- en el que posiblemente es el acto más interactivo de la Magdalena, ya que la comunión entre público y los protagonistas se consagra en el lanzamiento de papelillos de colores para transformar el asfalto en un tapiz inverosímil en una tarde que fue primaveral y divertida, alegre y venturosa. Anuncio de primavera que se está haciendo presente en la ciudad estos días.

Un total de 5.000 kilos de confeti fueron repartidos en una ceremonia deslumbrante, y que transformó la avenida del Rey en un huracán de fantasías desbordantes. Antes de iniciarse el cortejo y para animar al público expectante desfilaron las bandas internacionales de Suecia, Eslovenia y Ucrania, que dieron más color si cabe a un espectáculo que brilló con fuerza en la tarde magdalenera del jueves.

CARROZAS ALEGÓRICAS // 22 carrozas (las de las 19 gaiatas, las dos de las reinas de las fiestas, Estefanía y Berta, y sus respectivas cortes de honor, y la de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, con Na Violant d’Hongria, Marina Redó, y sus dones de companya) realizaron ese especial recorrido por un trayecto que ya es un clásico de las fiestas de la Magdalena. Unas plataformas con decoración alegórica: estrellas, peces, hipocampos, gigantes, coronas... para dar mayor esplendor si cabe a los protagonistas de la fiesta magdalenera.

Y es que no se pueden entender las fiestas contemporáneas de la Magdalena sin este Coso Multicolor de ilusión, fuerza y diversión en un alarde de imaginación. Durante dos horas, Castellón se vistió de color.

De encanto sublime en la esencia de participación popular que es una de las señas de identidad de las fiestas mayores, y cómo no, de la presente semana grande con la gente en la calle.