Valentino Rossi, de 37 años, conquistador de nueve títulos mundiales, continúa siendo el gran icono del motociclismo mundial. Fue el primero que, a inicios de la presente temporada, renovó dos años más por el equipo Movistar-Yamaha que, al término de este campeonato, perderá al tricampeón mallorquín Jorge Lorenzo, que se va a Ducati, siendo sustituido por el brillante piloto catalán Maverick Viñales, una de las grandes confirmaciones de esta temporada.

Pese a que la imagen de Marc Márquez (Honda), el campeón (2013) y tricampeón (2016) más joven de la historia de MotoGP y acaparador ya de casi todos los récords de precocidad de la cilindrada ‘reina’, ha ganado muchos enteros, lo cierto es que el ‘Doctor’ sigue siendo el piloto que arrastra más seguidores a los circuitos, provocando auténticas mareas amarillas en las tribunas y ‘pelouses’ de los trazados que albergan un gran premio del mundial.

EN BUSCA DE SU 'DOCTOR'

El último caso que llamó la atención fue la presencia, en el ‘paddock’ del precioso circuito australiano de Phillip Island, de una seguidora, llamada Karen Fartek, vestida totalmente de enfermera sin que le faltase un solo detalle ni, por supuesto, un estetoscopio colgado del cuello. Karen, que tuvo que ser amablemente disuadida y contenida, frenada y apartada, por los guardias de seguridad que custodiaban la salida del box de Movistar-Yamaha de Rossi, solo pedía “trabajar un rato junto al ‘Doctor’, ayudarle a cumplir su tarea”. “He venido vestida de enfermera porque todos los doctores necesitan una enfermera a su lado que les ayude y yo me siento la enfermera de Valentino Rossi”, contaba a todo el que quisiera escucharla y entrevistarla que fueron, por supuesto, todas las televisiones del Mundial, claro.