No va a ser fácil. Es más, el título de escuderías, pese a queRepsol-Honda es líder en estos momentos, lo tienen muy difícil, no así el de constructores, algo más prestigiosoaunque sin recompensa económica alguna (en la F-1, el título de fabricantes es prestigio y muchísimo dinero), en el que Honda parece tener una ventaja sobre Yamaha que le convierte en favorita al título.Marc Márquez (Honda), flamante tricampeón, lamentó ayer haberse caído en Motegi (Japón) “cuando iba muy bien, cómodo y, de ganar, hubiese ayudado mucho a Honda en el Mundial de constructores”.

En ese sentido, cuando le dijeron si en Sepang (Malasia) volverá el Márquez agresivo, el ‘nen de Cervera’ reconoció que seguirá buscando la victoria, pero tendrá que ir con un poco más de atención y tacto, ya que para Honda el campeonato de constructores significa prestigio y él quiere ayudarles a ganarlo. En ese Mundial, puntúa el primero de cada marca en cada GP, no así en el campeonato de escudería donde cogen puntos los dos pilotos de cada ‘team’ y, en ese sentido,d esde la lesión de Dani Pedrosa, Repsol-Honda está en inferioridad respecto a la pareja de Movistar-Yamaha, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi.

DOS MUNDIALES MUY IGUALADOS

En el Mundial de constructores, Honda aventaja en 33 puntos a Yamaha (341 puntos contra 308), mientras que en el de escuderias, Repsol-Honda solo supera a Movistar-Yahama por 21, lo que pone en peligro su conquista, ya que en Malasia la pareja de Márquez es el japonés Hiroshi Aoyama, que hoy se ha clasificado en penúltimo lugar a casi tres segundos del tricampeón catalán. Mal presagio, desde luego. Suerte que el extraordinario y sorprendente papel del británito Cal Crutchlow, ganador en Brno y Phillip Island, ha sido una ayuda inestimable para el campeonato de constructores.

“Para el Mundial de escuderías, la caída de Marc nos perjudicó pues si hubiese ganado y Nicky (Hayden) hubiera quedado, que podía perfectamente, entre los diez primeros, hubiésemos dado un paso importante. Pero Marc está haciendo un campaña espectacular y su título ya nos recompensa de todo”, comenta Livio Suppo, mano derecha del japonés Shuhei Nakamoto, máximo responsable de Honda en MotoGP.

No lo dice, pero a Nakamoto le encantaría jubilarse (esta es su última campaña al frente del equipo Repsol-Honda) habiendo recuperado la ‘triple corona’ que le arrebató, el año pasado, Yamaha, cuando conquista los tres títulos. Son, en efecto, campeonato, luchas, títulos, logros menores ya que el único título que tiene auténtico valor ya lo tiene en el bolsillo Márquez y Honda, el de pilotos. Los demás son de adorno aunque el de constructores es muy apetecido por las marcas japonesas, no tanto como el del Mundial de F-1, donde, además reciben un montón de dinero por parte de Bernie Ecclestone.

MOTOGP, SIMILAR A LA F-1

Este año, el campeonato de constructores ha cobrado cierta relevancia al considerar muchos que MotoGP empieza ya a parecerse mucho, en cuanto a inversión, evolución y mejoras a la F-1, donde el monoplaza que termina la temporada no tiene nada que ver con el que la inicio. Eso mismo ha sido lo que ha permitido a Márquez y Honda recuperar el título individual, pues el catalán concluyó a más de un segundo de los mejores los ensayos de pretemporada y ha terminado ganando el título con tres grandes premios de antelación, gracias a una moto que no tiene nada que ver con la que pilotó en febrero.

“Cuando empezó el Mundial”, explica en ‘Motorsport.com’ el norteamericano Randy Mamola, cuatro veces subcampeón del mundod e 500cc y uno de los ‘coachs’ más prestigioso del campeonato, “la Honda no estaba a la altura de la Yamaha y ni siquiera de la Ducati. En Mugello vimos algo tan impensable como que Lorenzo y su Yamaha le arrebataron la victoria a Márquez y Honda por aceleración y velocidad punta, cuando Jorge cruzó la meta con 19 milésimas de segundo de ventaja”. Para Mamola, MotoGP se ha convertido, al igual que sucede en la F-1, en un banco de pruebas, investigación y evolución continua. “El título que acaba de ganar Marc (Márquez) es la demostración de que tanto en MotoGP como en la F-1, el desarrollo de la moto tiene una influencia decisiva en el resultado final del campeonato”.

LIMITACIONES TÉCNICAS

No hay que olvidar que los equipos tienen limitados, no solo el número de motores a utilizar por temporada (siete), sino que esos propulsores sin intocables, es decir, no se pueden abrir, ni mejorar a lo larga de toda la campaña. Lo que significa que la evolución y mejoras en las motos tiene que venir de la mano de la electrónica, retoques del chasis, suspensiones y, sobre todo, interpretación de la utilización de los neumáticos Michelin o, como en el caso de un prodigioso Marc Márquez, la transformación de su estilo de pilotaje en una conducción más útil, calculadora y sensata.