Cumplidos los primeros 100 días de gobierno de mayoría absoluta del PSOE en Vila-real, la vida municipal ha dado un giro de 180 grados. El diálogo, el consenso y los acuerdos se han evaporado igual de rápido que un cubito de hielo en el desierto. En solo tres meses, el cambio ha sido abismal y la actitud de Benlloch ha ido a peor auspiciado por la mayoría absoluta y demostrando que el acuerdo va a ser inviable en los próximos cuatro años.

En 100 días, el alcalde ha decidido gastarse nada más y nada menos que dos millones de euros para comprar el edificio del Gran Casino para así proyectar un despacho de alcaldía en la calle Mayor en una actitud, cuanto menos, faraónica. De forma paralela, empresas de Vila-real han denunciado públicamente que el Ayuntamiento les debe dinero.

En tan solo 100 días, Benlloch ha cerrado la única escuela infantil de fútbol sala al quitarles el pabellón del que disponían. Es una forma extraña de apoyar al deporte local. Y en 100 días han tirado la toalla en la defensa del parany, que tanto les preocupaba antes: eliminan l’Escola de Parany y el Concurs Internacional de Reclam.

100 días pasan rápido o muy lento. En el caso de Vila-real, se ha llenado de retrocesos. Mientras Benlloch ha tenido que sacar un préstamo de 1,7 millones por el malgasto realizado antes de las elecciones. Y en 100 días han aplicado el rodillo y han tumbado todas las propuestas del PP, cuyo único fin es la de ser útil. H

*Portavoz del PP en Vila-real