El Ayuntamiento de Benicàssim vive estos días como un prodigioso episodio, digno de la novela picaresca de la Edad de oro de la literatura española. Así que permítanme que les cuente las verdades del barquero de la situación. El Ayuntamiento de Benicàssim, al que accedí a la alcaldía en el 2011, tenía entonces una deuda de 17 millones en préstamos a bancos y 1,5 millones de euros en facturas impagadas que dormían en un cajón. En estos siete años, de dura crisis para más inri, la buena gestión del PP, con el gran apoyo de los funcionarios de intervención municipales, hemos conseguido no solo devolver lo adeudado por el tripartito, sino cerrar los ejercicios con saldo positivo. Un superávit que nos ha está permitiendo hacer grandes obras y proyectos para mejorar la ciudad.

Verdad uno: De esa buena gestión del PP y ARB, se van a poder invertir en obras para toda la ciudad. Cada uno de los proyectos que se ejecuten de ahora en adelante son posibles gracias a la buena salud económica del ayuntamiento de Benicàssim.

En el 2011, heredamos del tripartito algunos quistes dolorosos en la ciudad. Uno de ellos el tanatorio. Esta instalación se construyó con dinero del Plan E. Pero se hizo tan requetemal, que cuando se planificó, no se pidieron los informes necesarios de afección de la carretera nacional. Además, se construyó sin proyecto eléctrico.

Verdad dos: El ayuntamiento lleva desde 2011 manteniendo reuniones con el Gobierno para obtener los permisos para hacer posible la finalización del tanatorio y remendar la pifia que nos dejaron.

Verdad tres: También heredamos otras perlas como la paralización de Villa Elisa, la del CEAM, o un convenio para poner en marcha una desaladora que Benicàssim no necesita y que fue hecha por Acuamed (la misma que está siendo investigada por desvío de fondos al PSOE) y que puede costarnos un ojo de la cara. Tres marrones que este equipo de gobierno lleva peleandos con retos conseguidos como que el CEAM y Villa Elisa ya estén en obras.

Así que, aunque no les guste oírlas, estas son para los señores de la oposición, las tres verdades del barquero.

*Alcaldesa de Benicàssim