Querido lector:

Aunque el tema no sea de la trascendencia de los asuntos a nivel general que se han producido en las últimas horas como el comunicado de ETA o la decisión de la Unión Europea en relación al corredor mediterráneo, les quiero proponer una nueva reflexión al hilo de la deficiencia en infraestructuras que poseemos en la provincia de Castellón relacionada con el luctuoso accidente que se produjo en la noche del miércoles en la N-340 y que costó la vida a dos personas y heridas a otras seis en el término de Benicarló.

Esta reflexión no es la primera vez que la expongo, pero es que cada vez que se produce un accidente en esta carretera me resulta inevitable no hacerlo y no denunciarlo.

Me refiero a la necesidad imperiosa de convertir esta vía, la más transitada en la provincia de Castellón con diferencia, en una vía de doble carril en cada sentido. No se puede calcular la cantidad de vidas que se salvarían ni el beneficio económico que resultaría de una inversión, mucho menos cuantiosa que otras que se han realizado y de otras que se pueden realizar, para nuestro territorio. Y no es sino que por la sencilla razón de que es la carretera más transitada para el corto recorrido de todas las poblaciones del litoral y la carretera más usada por el tráfico de largo recorrido, especialmente camiones, lo que la convierte en un embudo impresentable en cualquiera de sus tramos. Bien sea en el Maestrat, bien sea en los tramos entre Alcalà y Orpesa, bien sea y sobre todo en el área metropolitana de la Plana, entre Benicàssim y Nules, donde se produce el principal aforo de tráfico provincial.

Nadie, ningún gobierno, ni del PSOE ni del PP, han apostado por solucionar este problema cuando han tenido la competencia nacional. Unas veces por la presión de la concesionaria de la autopista AP-7 que corre paralela a esta vía; otras veces por los argumentos de las dificultades de consensuar trayectos entre los municipios afectados; otras por razones económicas y estratégicas y las más por desidia política.

Por eso, cada vez que llegan unas elecciones generales hay que plantear el problema. A ver si de una vez por todas los políticos solucionan problemas reales de la sociedad.