Ahora que ya se ha marchado nuestra ilustre visitante y va bajando esta excitación tan parecida a cuando de niños retornaban a la capital los veraneantes ilustres, la pregunta que nos intrigaba a todos continúa sin respuesta clara. Nadie sabía muy bien a qué venía y la mayoría seguimos sin saberlo.

Si uno se dejase llevar por el entusiasmo exhibido por parte de los medios españoles, podría parecer que Angela Merkel acudió a Compostela a implorarle a Mariano Rajoy que aplique su magisterio a arreglar Europa, ahora que la recuperación ha venido para quedarse y el presidente ya ha solucionado los problemas de España con su incansable voluntad reformista. Llámenme imprudente o poco patriota, pero no parece descabellado descartar, de entrada, esta posibilidad.

También deberíamos eliminar la hipótesis de hallarnos ante el posado publicitario de una Merkel de escapada turística para catar los míticos pimientos de Padrón y un Rajoy que veraneaba cerca y vio la oportunidad de acreditar su condición de hombre que maneja contactos y sabe estar en la pomada. Son gente seria. No se llega a líder mundial perdiendo el tiempo con estas tonterías. Tras su comparecencia, muchos deducen que la cancillera ha venido para comunicar que apoyará a Luis de Guindos como presidente del Eurogrupo. *Periodista