Castellón está sufriendo, en las últimas semanas, la consecuencia de la falta de inversiones estatales. Solo tenemos que acercarnos a la estación de Renfe y preguntar a cualquier usuario del servicio de Cercanías. Ir desde Castellón hasta Valencia, y viceversa, se ha convertido en una pequeña odisea cotidiana para miles de personas. Se ha agravado el servicio ferroviario, con supresiones de trenes, retrasos y alteración de frecuencias. Una situación ante la que el Ayuntamiento no puede, ni quiere, permanecer callado.

Lo primero que queremos decir desde Castellón es que el Gobierno debe tomar cartas en el asunto de forma inmediata. Desde la Alcaldía, hemos escuchado las demandas de la ciudadanía y las defenderemos donde corresponde. En los últimos meses he remitido tres cartas al Ministerio de Fomento para abordar el problema de las comunicaciones en la capital y en el entorno metropolitano. Primero se trasladaron las quejas a la ministra Ana Pastor, que dejó el problema en manos del secretario general de Infraestructuras. Luego, se remitieron las demandas al ministro en funciones, Rafael Catalá, y posteriormente a Íñigo de la Serna.

A este último, también en persona, durante su visita a la capital para comprobar la circulación en pruebas del AVE. Esperamos su llamada para mantener una reunión en la que poder debatir el futuro de los proyectos de Castelón. Porque hemos de decir que las respuestas de los responsables de Fomento no han sido las esperadas. Nos hubiera gustado escuchar compromisos sinceros, y reales, sobre las reivindicaciones más que justas que la ciudad les ha trasladado, pero la realidad ha sido una evasiva tras otra. Sobre todo, después de ver cómo se está tratando a otros territorios para conseguir los votos necesarios para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

Lo que toca ahora es poner sobre la mesa la agenda de Castellón y abrir un proceso de diálogo en torno al futuro de las infraestructuras y servicios fundamentales para el desarrollo económico y social de la capital de la Plana. Cada día hay que dejar patentes las demandas históricas de Castellón: el Corredor Mediterráneo, los cercanías al Maestrat y a Valencia, la estación intermodal de mercancías, el acceso sur al puerto y la gratuidad de la autopista de peaje AP-7.

Castellón y la Comunitat Valenciana deben ser una prioridad para el Gobierno. Los presupuestos del PP nos han colocado como farolillo rojo en las inversiones estatales. Es una marginación que no podemos ni debemos tolerar. Aportamos mucho a la financiación del Estado y Madrid ha de devolvernos lo que es justo.

*Alcaldesa de Castellón