Querido/a lector/a, en más de una ocasión he utilizado este pequeño rincón para hablar y denunciar eso que ahora se reconoce como la brecha salarial o, lo que viene a ser igual, la vergonzosa diferencia que existe entre el salario de un hombre y una mujer que trabajan y hacen lo mismo pero él cobra más que ella.

Por cierto, si no recuerdo mal, diría que no hace muchas semanas y bajo el título La huelga de las mujeres señalaba que en el marco de la UE, la mujer en la empresa privada trabaja 12 meses pero por culpa de la diferencia salarial con el hombre, se puede decir que solo cobra 10 meses o, lo que es lo mismo, trabaja dos meses gratis. Incluso, me viene a la memoria que en otro artículo he dejado constancia cifrada de que esa brecha salarial es del 30%. Realidad que, más allá de la diferencia económica, expresa y alerta de la desigualdad y la discriminación que sufren las mujeres en el mercado laboral y que se plasma con una peor inserción en el empleo y sus condiciones y, de paso, con menores salarios.

Pero si vuelvo con este rollo tan trascendente para cuestión laboral y social, es porque me da la impresión de que ciertas señorías que sientan su culo en los escaños del Congreso de los Diputados, ahora parece que quieren coger la cosa en serio. Tan cierto como que leo que el Congreso apoya impulsar una ley contra la brecha salarial y por la igualdad retributiva entre mujeres y hombres. Al tiempo, constato que, además, el PSOE, propone una ley que prevé sanciones para las empresas que no publiquen sus salarios por género.

Querido/a lector/a, éstas circunstancias me alegran. Cierto. Pero tengo la vaga impresión que van a hacer falta algo más que leyes. Imagino que hay que actuar sobre elementos anteriores y posteriores al empleo. Me refiero que tendrán que evitar la segregación en la formación y orientación profesional y promover principios de igualdad de género, etc. Bueno. El tiempo dirá.

*Analista político