Querido lector:

La fallida legislatura de tan solo cuatro meses que ahora finaliza y que dará pie a las elecciones del 26 de junio, no solo ha perjudicado a la marcha económica del país, tal y como reflejan las previsiones a la baja del crecimiento económico para España que la UE realiza ahora en primavera y que han tenido en la incertidumbre política una de las principales causas del descenso, sino también a las economías regionales y provinciales.

La inversión pública productiva en materia de infraestructuras, responsabilidad principalmente de las administraciones del Estado y de la Generalitat, más necesaria que nunca en las etapas de recuperación económica, no se va a producir este año como debiera. En 2016 contaremos con suerte con un Gobierno estable salido de las urnas en julio, si no se reproducen los mismos argumentos que han impedido los pactos en esta mini-legislatura. Es decir, ya entrado el verano, con solo un tercio del año para poder establecer sus programas de gobierno y con las miras puestas sobre todo en elaborar los presupuestos del 2017.

Será prácticamente un ejercicio económico fallido, una gran parte en manos de un gobierno provisional sin capacidad de acción y otra parte con un nuevo gobierno --repito, con suerte-- que pensará más en el siguiente ejercicio que en este.

Y a Castellón esta paralización nos afecta notablemente. Ayer ya les relataba un avance. Un proyecto tan emblemático como necesario como es la comunicación entre Teruel y Castellón por la N-232, quedará sin comenzar. Pero hay más. Las obras del corredor mediterráneo ferroviario entre Valencia y Castellón y después entre Castellón y Tarragona se han ralentizado alarmantemente. La puesta en marcha o no de las desaladoras paradas, también está sin decidir. El desmantelamiento o no del Castor, lo mismo... y así todas las inversiones productivas.

Y lo que es peor, la reforma del actual modelo de financiación autonómica, clave para el sostén de la sanidad, la educación y los servicios sociales a cargo de la Generalitat... sin fecha y a bronca limpia.