Nada como comprobar que Peñíscola sigue ofreciendo garantías de futuro a quienes, con su propio capital, deciden arriesgar y emprender.

Desde los años 70 del siglo pasado, cuando el sector turístico comenzaba a dar sus primeros pasos, han sido muchos los que han decidido invertir esfuerzos para tener un futuro mejor en nuestra ciudad.

Peñíscola ha sido tierra fértil para emprendedores, primero visionarios, que vieron en el turismo la capacidad de generar empleo y riqueza, de crear oportunidades y de mirar hacia el futuro. Hoy, en el 2017, miramos atrás y vemos que ha habido muchos valientes, y lo más reconfortante es que siguen habiéndolos.

El trabajo y los objetivos de la administración local que presido ha contado con ello y planificado de forma estratégica el crecimiento sostenible del sector, canalizado la promoción turística a través del posicionamiento de productos que están facilitando la desestacionalización de la demanda. Así, nos hemos dejado la piel por revertir el proceso natural de maduración del destino, aportando aire fresco a la gestión.

Me emociono cuando, año tras año, mis vecinos siguen llamándome para la inauguración de un nuevo local, de un nuevo negocio. Esta misma semana, un nuevo concepto de propuesta gastronómica abría las puertas de la mano de Javier Marqués, cocinero con décadas de experiencia. La semana próxima visitaré la única piscina colgante y totalmente transparente de España, en lo alto del Hotel Don Carlos, de la Cadena RH. Pero esta semana ha sucedido algo que ha conseguido que se me llenasen los ojos de lágrimas. Mi querido amigo, el reconodísimo mago Yunke, elegía la playa de Peñíscola para la producción y publicidad de su nuevo espectáculo de ilusionismo, Hangar 52, acción que refrenda su apuesta por ubicar su espectacular Museo de la Magia en el corazón de nuestro casco antiguo.Gracias a todos.

*Alcalde de Peñíscola