El día 23 de mayo se debatía sobre la necesidad de mantener la jornada de reflexión cuando las nuevas tecnologías hacen tan extensiva toda la información. Hoy pienso que la verdadera jornada de reflexión ha sido el 25 de mayo. No el día antes, sino el día después.

Los ciudadanos han hablado y debemos escuchar con serenidad y con reflexión su voz y su mandato. Su mensaje ha sido claro: quieren un partido conservador renovado y que deje atrás los malos ejemplos que ha dado a la sociedad. Y no es que no se estuviera haciendo. Sinceramente creo que estos últimos cuatro años, en nuestra provincia y en la ciudad de Vila-real, han sido una muestra de que el camino ya está emprendido. Pero no ha sido suficiente.

Plinio decía que no hay libro malo del que no se pueda aprender algo bueno. Y eso es lo que hemos de hacer desde ya. Reconocer la derrota electoral y aprender de nuestros errores para construir una alternativa que de verdad nos permita recuperar la confianza de los ciudadanos.

Algunos pensaban que la campaña electoral era el partido, pero había sido solo la fase de selección. El árbitro acaba de pitar ahora el inicio del juego y si hemos venido a jugar, habremos de sudar la camiseta, tanto si estás en el equipo favorito, como si eres el colista.

Mi vocación ha sido siempre trabajar por Vila-real y por los vila-realenses y eso es lo que voy a hacer desde la oposición, que es el lugar donde los ciudadanos nos han querido situar. Lo haré por los casi seis mil ciudadanos que nos dieron su apoyo y lo haremos por el resto de vila-realenses que también necesitarán una voz de crítica constructiva que observe que en nuestra ciudad se respete la pluralidad. Como hice el domingo por teléfono personalmente, y también quiero dejar por escrito, hemos de imponer el fair play y felicitar a quienes han ganado, sobre todo a José Benlloch. Espero que podamos iniciar este nuevo tiempo político revisando también actitudes y formas, puesto que nuestra ciudad merece un ayuntamiento que sume y que represente a todos los vecinos, sin discriminación.

Lo que tenemos que aprender a hacer, lo aprendemos haciéndolo. Así nos advertía Aristóteles que la experiencia nos hará más sabios y mejores. No voy a desperdiciar ni un minuto de aprendizaje y mucho menos de hacerlo en beneficio de mi ciudad por la que voy a seguir trabajando cada día. H

*Presidente del PP Vila-real