Iban dopados a las elecciones?, ¿se financiaban ilegalmente?, ¿recibían mordidas de empresas?, ¿utilizaban los ministerios para desviar dinero a los partidos? Todas estas preguntas hoy tienen como respuesta el silencio cómplice de Puig y Oltra.

Para Puig esto son cosas de hace más de una década, exactamente la misma década en la que él ya formaba parte relevante de la lista autonómica a Les Corts que según las informaciones publicadas se financió ilegalmente. Resulta sorprendente el desprecio hacia el pasado que de repente ha inundado la mente de Puig, un ilustre diputado en Les Corts ya en 1983. Hablar de pasado y de Puig es lo mismo.

Lo relevante del caso es que, para ir contra el partido rival de los socialista, no hay problema en remontarse al 2007 o al 1.900 si fuera necesario. Cómo ha cambiado el cuento y lo que antes era asunción de responsabilidades hoy son silencios. Hoy todo es pasado y nadie se acuerda de nada. Hoy nadie hace una declaración condenando o pidiendo perdón, antes el perdón era insuficiente. Hoy se ha podido leer que Puig cuando hablaba de corrupción, en su propio partido la practicaban.

Según todas las informaciones, la financiación en B habitaba en el partido de Puig. Pero si sorprendentes son los silencios de Puig, la actitud de la vicepresidenta Oltra roza la maestría. Si Puig se quita las pulgas de encima por aquello de que son hechos de hace más de una década, Oltra nos dice aquello de que Compromís no existía. Oltra debería recordar que la coalición con la que concurrió a Les Corts en el 2007, año investigado por la financiación en B de Compromís ,según la prensa, tenía esa denominación final. De repente nadie reconoce a nadie, nadie sabe nada. Estoy seguro que Oltra estará preparando su próxima camiseta con el lema yo no estaba ahí, era Morera. Pero el uno y la otra, la otra y el uno, mes a mes cobraban el sueldo público en Les Corts por pertenecer a esa coalición.

Por cierto, resulta sorprendente que curiosamente sea también el año 2007, el año elegido por la coalición para no presentar las cuentas antes el Tribunal de Cuentas y se tache por el órgano fiscalizador de poco transparente dicha actitud de los grandes valedores, de boquilla, de la transparencia y la legalidad. Ya sabemos que el refranero español, siempre tan apropiado, tiene aquella frase de dime de qué presumes y te diré de qué careces.

La cara B de Oltra y Puig esta llena de silencios, camisetas a medio confeccionar y nulas explicaciones. Yo no he sido, eso es todo lo que sabemos hasta la fecha de quien nos habían contado que eran contundentes, intransigentes y duros contra las corrupción. Hoy son silenciosos, inamovibles y huidizos. El peso de la cara B de Puig y Oltra es de tal magnitud que mejor lo explique otro, una no se acuerda y el otro pertenece a otra década.

Mientras respuestas esperan el sueño de los justos, las preguntas, según las informaciones publicadas, son las mismas ¿Se financió en B el PSPV y Compromís? ¿Hubo mordidas de empresas? ¿Fueron dopados a las elecciones? Y finalmente, ¿alguien va a asumir responsabilidades?. Demasiados silencios para preguntas tan simples, hay camisetas que hablan por si solas.

*Diputado autonómico del PP