Empezamos un nuevo ciclo. Abrimos las puertas del futuro. Inauguramos momentos de esperanza. Cuando pasamos de un año a otro, nos conjuramos para iniciarlo con determinación, con ilusión, con confianza. Es hora de desear felicidad a quienes comparten con nosotros el tiempo y el espacio, porque, en el fondo, sabemos que si las cosas les van bien a ellos y a ellas, seguro que nos irán bien también a los demás.

Con ese ánimo, damos estos primeros pasos en el Ayuntamiento de Castellón. 2018 se abre como una ventana de oportunidad para continuar desarrollando el proyecto de cambio que se inició hace dos años y medio. Desde el Gobierno municipal estamos convencidos de que Castellón está mejor ahora, que se está avanzando. La ciudadanía empieza a percibir las nuevas formas de gestionar y así nos lo reconoce. También escuchamos las voces críticas de quienes piensan que el cambio debería ser más radical. Pero la mayoría está satisfecha y eso nos estimula para continuar. Todavía con más fuerza.

El cambio del año también es el momento de echar la vista atrás y contemplar lo logrado. Cada ciudadana, cada ciudadano, debe efectuar su propio análisis y juzgar al Gobierno municipal por lo que ha hecho y lo que aún está en perspectiva. El balance, desde la Alcaldía, se escribe en positivo. El 2017 ha sido un año de progreso porque el Ayuntamiento ha generado inversión, ha favorecido a la creación de empleo, ha ayudado a quienes carecen de recursos y ha frenado la presión fiscal.

CASTELLÓN ESTÁ MEJOR que hace un año y mucho más que hace dos años y medio, cuando se produjo el cambio político en el Ayuntamiento. Hemos demostrado que las cosas se podían hacer de otra manera, que se podía gobernar con austeridad y pensando en el bienestar de la mayoría. El desafío diario del equipo de gobierno municipal es hacer de Castellón una ciudad en la que se viva mejor y, poco a poco, lo vamos consiguiendo.

Durante el 2017, se ha podido completar la tramitación del Plan General, que saldrá a exposición al público en unos días. Ha sido el año en el que se decidió la ubicación en Castellón de la estación intermodal de mercancías, una infraestructura clave para la economía local. Además, se ha aprobado un proyecto importante como el nuevo puente sobre el río Seco, se han ejecutado las obras de la Primera Travessera y se ha impulsado el centro de salud del Raval Universitari (ejecutado por la Generalitat), se firmó la cesión de los antiguos juzgados de Borrull y se compró la totalidad del cuartel Tetuán 14.

Obras significativas han sido la rehabilitación de la fachada del Palacio Municipal, la última fase de la intervención en el Castell Vell, la instalación de WC públicos, la supermanzana de Maestría, la nueva sala de emergencias y la recuperación del Maset Blau, entre otras. Además, se han planificado proyectos que verán la luz en 2018, como la reforma de la avenida Enrique Gimeno, la segunda fase del aparcamiento verde frente al Hospital General, obras antiinundaciones en la Marjaleria, proyectos de reutilización de agua y un plan de asfaltado de calles y remodelación de entornos urbanos. Castellón va a más.

*Alcaldesa de Castellón