En los últimos días, mucho se viene hablando sobre la petición que ha realizado una empresa multinacional canadiense para realizar prospecciones que permitan determinar si en la provincia de Castellón hay posibilidad de que exista gas de pizarra. Ha sido la compañía R2 Energy LTD, a través de su filial Montero Energy, la interesada y su intención es analizar las opciones, que consideran factibles, en un área de 40 municipios del interior.

Inmediatamente, ya han salido los grupos de la oposición, con los socialistas en tromba a la cabeza, como siempre, para oponerse a cualquier proyecto que pueda suponer riqueza para Castellón, en una estrategia que antepone el deseo de hacer ruido y hacerse notar a la defensa de los intereses de los castellonenses. Una lástima.

La Diputación Provincial de Castellón que preside Javier Moliner ha sido absolutamente transparente en este proceso, aportando toda la información y poniéndola a disposición de todos los alcaldes y, por tanto, de todos los ciudadanos, para que conozcan en qué consisten las prospecciones, los plazos que se manejan y, sobre todo, las garantías que se reclaman durante todo el proceso.

El equipo de gobierno de la Diputación Provincial de Castellón es favorable a que se lleven a cabo estos trabajos de prospección para saber si en nuestro subsuelo existe el preciado petróleo. En ningún caso, este posicionamiento significa un cheque en blanco para que la empresa haga y deshaga a su antojo. Ni muchísimo menos. Si hay algo que amamos por encima de todas las cosas eso es nuestra provincia. Y por tanto, eso significa que por encima de todo están la exigencia de garantías que preserven el entorno natural de nuestros pueblos, sus paisajes, sus gentes…

Si este requisito se cumple, que siempre es el primero en la escala de valores, entonces la Diputación avalaría un proyecto que, por otro lado, puede suponer una inyección económica sin precedentes en la historia de nuestra provincia. Deben ser los expertos los que determinen si el proceso de prospecciones petrolíferas es susceptible de ser autorizado.

Por tanto, se trata de compatibilizar conservación del medio ambiente con el progreso. Castellón debe ser, y es, tierra de oportunidades, y todas merecen ser estudiadas y tenidas en cuenta. Desde luego, desde la Diputación no vamos a tolerar las posturas inmovilistas que quieren condenar al interior de la provincia al pasado y a la falta de perspectivas. Son esos mismos los que quisieran que no se construyeran carreteras para que los visitantes puedan acceder a estos municipios, favoreciendo el progreso de sus vecinos. Son esos mismos los que creen que los ciudadanos de pueblos del interior están condenados a vivir para siempre de la agricultura, en muchos casos de subsistencia, o la ganadería. Son estos los que imponen que esos pueblos deben ser pequeños y estar invariables, por el paso de los siglos, ofreciendo una estampa bucólica y tradicional que solo ellos anhelan. Los ciudadanos del interior están perfectamente legitimados para tener nuevas oportunidades de progreso que mejoren sus condiciones de vida. Y eso no significa que se vaya a perder el sabor y el concepto de nuestras gentes o nuestros pueblos, para lo que también existen mecanismos de protección y defensa.

De haber hidrocarburos, la búsqueda de petróleo en la provincia podría duplicar los presupuestos de los municipios incluidos en el área de investigación del proyecto. Se trabajaría en terrenos públicos para pagar a los ayuntamientos y que el beneficio revertiera en las poblaciones. Por supuesto, los espacios naturales protegidos son intocables. También se contrataría a personal de la zona en todos aquellos puestos susceptibles de ser ocupados.

Y todo esto, en la última de las fases. Previamente hay seis años de trabajo, de investigación, de autorización, de concesión de permisos y de análisis. Cada fase comporta unos permisos y unas garantías. La existencia de gas de pizarra en el interior de Castellón sería una inyección económica sin precedentes para la provincia, una opción que merece valorarse y ser tenida en cuenta. H