El turismo presenta datos y estadísticas alentadoras. A veces conviene elevar la mirada más allá de nuestro pequeño entorno. Al hacerlo, constataremos el potencial de este sector. Más que sector, un fenómeno. Mil doscientos millones de personas viajaron por motivos turísticos en el mundo durante 2016. Ser cada día más relevantes como destino es un reto que debemos asumir decididamente. En Castellón y en el conjunto de la Comunitat Valenciana hemos registrado el mejor arranque de año conocido.

Reconozcamos que tenemos viento de cola pero, no es menos cierto, el sector muestra su pulso y capacidad competitiva. Son resultados consecuencia del trabajo de muchos. Desde lo público y desde las iniciativas empresariales que pelean y arriesgan cada día. Desde el negocio familiar que se sacrifica en la hostelería sin tregua hasta el hotelero más célebre. Este es un sector coral y complejo. Pero es el sector que está dando la cara por la economía valenciana. ¿Qué hacer con las cifras récord de ocupación, pernoctaciones, viajeros? Incredulidad. Inconformismo. No se trata de contar cabezas. Se trata de articular nuevas métricas que dibujen el perfil de un nuevo modelo sensible también a otros parámetros. La calidad, la sostenibilidad, la rentabilidad, la desestacionalización, la responsabilidad social, la ética como valor añadido, la identidad y la diferenciación en un mundo global…

En una coyuntura como esta se pueden hacer dos cosas: subirte a la ola y surfear o cambiar los moldes. O balancearte en las inercias o gestionar la transformación. En el último Consejo Valenciano de Turismo, celebrado en la ciudad de Castellón el pasado viernes, dimos cuenta de lo que estamos haciendo para forjar un futuro mejor. A saber, presentamos el Libro Blanco de Turismo para una Nueva Estrategia en la Comunitat Valenciana. No había un documento de esta naturaleza desde 1990. Presentamos la Estrategia del Turismo Accesible. No se trata solo de un deber moral, sino de una apuesta por la especialización y la relevancia de esta Comunidad en este enorme segmento de la demanda. Presentación, además, del Código Ético del Turismo en la Comunitat. Primer Gobierno regional a nivel mundial que afronta este cambio de paradigma y el género de compromisos que entraña. Ciertamente fue un orden del día trascendente. Todo ello, en el contexto de la inminente aprobación por el pleno del Consell de la nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad. Una ley que, más allá de las cuestiones de ordenación y administrativas, sitúa las forjas de un nuevo relato. Constituye una verdadera propuesta de valor como destino turístico diferente y diferenciado. Los conceptos de paisaje, sostenibilidad o capital humano cobran máximo protagonismo.

También estamos desarrollando un sistema de transferencia de conocimiento para el sector. El turismo es una industria. Sin duda, una industria muy especial que necesita estrategia y talento. Como Agencia Valenciana de Turismo estamos construyendo una suerte de ecosistema de conocimiento, innovación e inteligencia de mercados que debe fluir hacia todo el tejido productivo turístico. En ese sentido, solo los territorios que sepan cambiar y cualificarse serán relevantes.

*Secretario Autonómico de Turismo