La artrosis es una enfermedad degenerativa derivada del deterioro del cartílago, que en la actualidad no tiene cura. A menudo existe un componente genético que hace imposible evitar su aparición.

De momento, se utilizan fármacos protectores del cartílago que, hasta el momento, tienen una eficacia moderada.

El dolor que produce la artrosis empeora con el movimiento y mejora con el reposo, aunque la inmovilidad de forma prolongada provoca rigidez en las articulaciones, por lo que es conveniente realizar movimientos sin resistencia para ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad. En cuanto al tratamiento del dolor, hay un amplio abanico a elegir, desde los homeopáticos hasta los analgésicos y los antiinflamatorios.

También se ha visto que son útiles para combatir el dolor las técnicas alternativas, como acupuntura, siempre que un profesional las aplique.

La artrosis en la mujer le afecta principalmente a las manos, mientras que en el varón es la cadera el punto más habitual.