Estos días están más presentes que nunca en nuestras respectivas agendas los hombres y las mujeres que trabajan y cuidan la tierra, gracias a la festividad de San Antonio Abad, patrono de los ganaderos, veterinarios y protector de los animales.

Esta señalada celebración nos anima a recordar nuestras raíces, la importancia de nuestro importante sector primario y a arrimar el hombro para que siga siendo referente de calidad en toda Europa.

Entiendo que, desde las distintas administraciones, se debe velar por su viabilidad económica, la mejora de su competitividad y por garantizar que los productos del campo y del mar lleguen a nuestros mercados, reconociendo y respetando al máximo los derechos y los esfuerzos del productor.

EL SECTOR PRIMARIO es el pilar sobre el que se asienta el resto de actividad económica en nuestro municipio, que sin su condición de pueblo marinero ni su buena mesa gracias a los mejores productos del mar y la tierra, el turismo en Peñíscola no sería lo que hoy es.

Por todo, esta semana he querido dedicar esta reflexión y mi compromiso con este colectivo en estos días que son días de celebración, de hermandad y de fiesta; para que lo sean también de reconocimiento a quienes hacen posible que disfrutemos de los mejores productos de nuestra tierra.

Festejos, en líneas generales, en los que vamos a volver a comprobar el extraordinario trabajo y mimo con el que los propietarios de las caballerías engalanan sus carros y hacen grande esta fiesta, una fiesta llena de tradición.

A todos quisiera enviarles mis sinceras felicitaciones y muy especialmente a la asociación de Sant Antoni y sus mayorales. Sin ellos --y sin todo su trabajo y su dedicación-- esta multitudinaria fiesta no tendría ni corazón ni alma, la que ponen ellos en su organización.

*Alcalde de Peñíscola