José María Aznar no defraudó. La cita organizada por el Foro Cívico de la Comunitat Valenciana estuvo auspiciada por Juan Costa, que, en calidad de exministro de Aznar, lo presentó. Costa volvió a Castellón para recordar ante empresarios y profesionales sus vivencias en común con Aznar y, sobre todo, aviso a navegantes, expuso en relación a la manera de gobernar del expresidente que el apoyo a un líder se refuerza cuando este tiene las cosas muy claras. El exministro subrayó dos términos que son clave: principios y convicciones, sobre todo, para un gran reto como es gobernar un país. Un claro homenaje al aznarismo cuando el PP precisa de firmeza.

Aznar reclamó que España necesita soluciones políticas al entender que las crisis siempre son “crisis políticas”. Aludió a acontecimientos que se han erigido en los pilares fundamentales de nuestra historia reciente. El gran acuerdo sobre la Constitución, así como los Pactos de la Moncloa, conjugaron política y economía para avanzar en una estabilidad que precisaba España y que se consolidó con la entrada en la UE y la incorporación al euro al cumplir determinadas condiciones. Aznar reconoció que cuando llegó al Gobierno, en sus reuniones fuera de España, callaba y escuchaba para poco a poco ir ganando fuerza y equipararse a los grandes de Europa. Todo ello se vino abajo cuando los gobernantes de un país que comenzaba a mirar al futuro y enorgullecerse de sí mismo se dedicó a levantar fosas revisando el pasado, negando el futuro y poniendo en jaque los principios fundamentales de nuestra transición. Falta saber, no lo dijo ni nadie lo preguntó, si los actuales actores políticos interpretarán su lección impartida en Castellón. H