Una marca blanca, también llamada marca del distribuidor o marca genérica, es la marca perteneciente a una cadena de distribución (generalmente, híper o supermercado, pero también de gran distribución especializada) con la que se venden productos de distintos fabricantes. El objetivo de las marcas blancas es conseguir una fidelidad comercial para los artículos del establecimiento. El desarrollo de las marcas blancas empezó en 1975, con lo que entonces se llamó producto libre.

Los primeros envases de estos artículos eran blancos y asépticos; de ahí, el nombre de marca blanca y poco a poco se hicieron un hueco importante.

Las marcas blancas comenzaron con productos de alimentación de compra frecuente: leche, pastas alimenticias, arroz, legumbres, galletas... Y siguieron con otros artículos de uso frecuente en el hogar.

La marca blanca ha tenido un gran auge en la distribución alimentaria en los últimos años, pasando en algunos países europeos a superar las ventas de marcas del fabricante. H