De nuevo la consellera Bonig nos regala frases contundentes para esconder medias verdades e incumplimientos, tapando con declaraciones despectivas su ineficacia, las ínfimas inversiones de la Generalitat y mostrando su talante antidemocrático. El pasado miércoles, en la enésima comparecencia para vender su proyecto del trolebús castellonense, culpabilizó a los vecinos castellonenses que comparten la preocupación por el paso del TRAM por el interior del Parque Ribalta, diciendo que “no se confundan, algunos solo se preocupan por destruir la ciudad”.

Que ofensa incluye esa frase: aquellos que discrepen de sus ideas realmente no quieren a su ciudad, más aun, trabajan para destruirla. Es una dirigente descalificando a los movimientos vecinales, a la libre opinión de los ciudadanos. Niega la necesaria y justificada discrepancia en asuntos de trascendencia, como es el diseño de la ciudad o el trayecto de los transportes públicos. Relega que tres universidades, el Consell Valencià de Cultura, Colegio de Arquitectos y la Academia de San Carlos adoptaron postura pública, con respectivos informes negativos. Ofende a las decenas de miles de castellonenses que firmaron escritos demandando alternativa. Olvida las concentraciones en el parque, las manifestaciones en la ciudad y la opinión de numerosos castellonenses vertida en los medios. Todo se oculta bajo el velo providencial de la mejora del propio parque. Qué mediocridad, dejar degradar el parque para vender, electoralmente, su intervención.

Su torrente verbal ya había declarado anteriormente sobre aquellos que no compartían su punto de vista que “a lo mejor habrá que empezar a plantearse denunciar a todos aquellos que utilizan la justicia como arma política”, acusando a los tres grupos de la oposición de “deslealtad institucional” por censurar el paso del TRAM por Ribalta. Ni siquiera sacaron en Castellón una información pública del proyecto de trazado. Sin debatir en el pleno su adecuación urbana, el alcalde Fabra no recibió entonces, ni ahora Bataller, las reiteradas peticiones vecinales de reunión, para aportarle alternativas y propuestas. El proyecto se ha alterado de manera sistemática, sin consulta ni información. Sin conocerlo siquiera el Ayuntamiento. La destrucción la conlleva el proyecto: derribo parcial de jardín interior de la UJI ya construido, eliminación de viales, anulación de accesos a la ciudad del tráfico o destrucción de rotondas Es un proyecto que, según Bataller, “será el primero y único del mundo capaz de funcionar con catenarias y sin ellas”. Qué pare ya esa comedia grotesca. Exigimos dignidad y respeto. H

*Secretari general local del PSPV-PSOE de Castelló