Podemos: disfraz del comunismo, un populismo sin límites y el intento de dar la sensación de partido perfecto que tiene la varita mágica para arreglar el mundo.

Su líder Pablo Iglesias defiende los “sistemas democráticos del mundo” que más problemas tienen para generar riqueza entre sus ciudadanos. Unas propuestas descabelladas que harían temblar la supervivencia económica de cualquier país moderno, propuestas que mienten a la ciudadanía y que se presentan como unos caramelos dulces que luego envenenarían nuestro sistema de bienestar.

Dicen ser el partido del pueblo, pero no pretenden contar con todos y su falsa democracia interna no les parece funcionar para organizarse. ¿Cómo sería un país gobernado con Podemos?

Medios de comunicación y “sectores estratégicos” nacionalizados, descontrol del gasto público para aplicar esas rentas básicas a todo el mundo, repudiar deuda para que no nos presten nunca más y muchas otras. ¿Resultado? Miseria, volver 60 años atrás de un plumazo o ser hermanos gemelos de su referente Venezuela.

Esto es lo que han demostrado las políticas de Podemos, IU y compañía a lo largo de la historia y en lugares diferentes del mundo, lugares que se llenan la boca hablando de libertad y derechos; y luego nada de eso. H

*Presidente de NNGG del PP en Castellón