Dadas las actuales circunstancias socio-político-económicas, un alto porcentaje de españoles se debate en un mar de confusiones y ve cómo lo ocurrido en nuestro país durante las últimas décadas no ha servido de nada o de bien poco. Triste y desolador.

La priorización de intereses políticos ante necesidades urgentes del pueblo, hace que el desamparo se apodere de los que vamos a pie. El deseo de olvidar un pasado no siempre feliz y un presente poco esperanzador, hace que nuestros ánimos no sean los más adecuados, llegando a un estado de abandono psíquico y mental que borra de nuestros rostros todo rastro de felicidad. Luis Cernuda, gran poeta donde los haya, plasmó este sentimiento en uno de sus poemas:

Donde habite el olvido, / en los vastos jardines sin aurora; / donde yo solo sea / memoria de una piedra sepultada entre ortigas / sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. // Donde mi nombre deje / al cuerpo que designa en brazos de los siglos, / Donde el deseo no exista. // Allá, allá lejos; / Donde habite el olvido.

En mi opinión, la repetida pregunta ¿Qué hacer? no tiene una respuesta clara. Sé que mis palabras suenan derrotistas pero solo enfrentándose a la realidad podremos poner en marcha una acción, conjunta, eso sí, de modo que se nos permita visualizar un horizonte más esperanzador. Los valores tradicionales se están perdiendo, si es que no lo están en su mayoría. El buen hacer, el honor, la honestidad, el esfuerzo colectivo, la buena fe, la transparencia y un largo etcétera. A la vista está. No hace falta hacer un gran esfuerzo para demostrarlo.

Ante ello y teniendo en cuenta las pocas alternativas que existen a nuestro alrededor, creo que es hora de tomar la antorcha del relevo y luchar, todos, por el bien común.

*PSPV-PSOE Castellón